La salida de nueve concejales en ocho días deja colgados muchos proyectos
04 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La marcha de nueve componentes del gobierno local, tras ser condenados siete ediles por prevaricación y dimitir otros dos, ha dejado importantes proyectos en el aire, algunos de urgencia. Es el legado que le queda a los sucesores que cogerán en precario el timón de las diferentes áreas municipales. Únicamente quedan como garantes de sus proyectos la concejala Reyes Leis, Luis Meijide, José Rosende y el propio regidor Ángel Currás.
Casco viejo
Un plan parado. El punto más relevante es la actualización del plan especial del casco histórico. La iniciativa no llevaba ya el mejor camino, por cuanto la mitad de los expertos que iban a evaluar las propuestas presentadas al concurso solicitaron desligarse por incompatibilidad con la agenda profesional o personal. Xerardo Estévez y Manuel Gallego, precisamente los más recelosos con la modificación del PE, dejaron de figurar en el cuadro de sabios que completaban José Antonio Redondo y Ángel Sicart. Este comité no llegó a reunirse en ningún momento para valorar los trabajos de los aspirantes redactar el plan. En esta fase se quedó el proceso actualizador, que pretende adaptar el plan especial a los nuevos tiempos y a nuevos usos. A un año vista del fin del mandato le toca al nuevo edil decidir qué hacer, si seguir adelante o dejarlo. Se trata de una empresa de altos vuelos que marca nada menos que el futuro de la principal pieza de la ciudad, y a priori la situación de precariedad que se ha creado en Raxoi no es el mejor caldo de cultivo para un proyecto de tal envergadura.
Ensanche
Obras proyectadas. En la parrilla de programación se halla la reforma de diferentes rúas del Ensanche. Una docena de calles, empezando por Montero Ríos y la avenida de Vilagarcía, configuran el paquete que María Pardo iba a poner en marcha a partir de los próximos meses por un importe de 2,5 millones. El próximo responsable de Obras tendrá este reto sobre la mesa, así como la polémica rotonda de Galeras, actualmente parada.
Fiestas del Apóstol
Sin demoras. Uno de los asuntos más preocupantes es la programación festiva de la ciudad, y especialmente la del Apóstol. El edil saliente Fran Noya ha llegado a tiempo para remachar las actividades de la Ascensión, pero sobre el tapete tenía ya la agenda de julio, cuya cobertura precisa de un esfuerzo que no puede ser aplazado si no se quiere correr el riesgo de elaborar un programa de trámite o de mínimos. Aparte de la diversidad de espectáculos en las diferentes jornadas, requiere una solución la convocatoria relativa a los fuegos y la fachada de la Catedral. El nuevo encargado debe ponerse manos a la obra de manera urgente.
Plan Urbana
Centros sin contratar. Hay asuntos del plan Urbana cuyo futuro tiene que despejar el nuevo timonel de Urbanismo. El centro cívico de Romaño es uno de los proyectos en marcha que está pendiente de la licitación (ya había sido licitado con anterioridad y anulado el trámite) y contratación de las obras. Esa tarea ya queda en otras manos, como también la puesta en marcha de una nave cultural en el colegio de la Almáciga. Es una iniciativa que viene de viejo. Justamente cuando estaba todo acordado y dispuesto para iniciar el proceso de contratación, corre el riesgo de quedar de nuevo estancado. Dentro de Urbana están asimismo las obras de mejora vial de Escultor Asorey y el sendero de la Almáciga, a punto de caramelo.
Santa Marta
Complejo acuático. El complejo deportivo de Santa Marta era uno de los proyectos que pensaba llevar adelante el concejal de Deportes, Adrián Varela, quien anunció su licitación en breve plazo. No arrancó la obra (con un componente acuático que constituye uno de sus principales atractivos) y presumiblemente va a tener muy pocas posibilidades de que el nuevo responsable del área mantenga el proyecto.