Varios de los proyectos pendientes han sido cocinados en su actual departamento
12 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La llegada de Agustín Hernández abre una nueva etapa en la vida municipal, pero al propio tiempo se encontrará en el ruedo local con una serie de proyectos que a buen seguro le sonarán familiares. Más que nada porque los manejó, de una u otra forma, en su propio departamento. Dos grandes iniciativas, la ampliación de la autopista y la depuradora de Silvouta, presumiblemente cobrarán otro color.
La AP-9 acaba de salir a licitación y en un plazo de unos meses estará colocándose la primera piedra. Pero si ese comienzo se produce de la forma fijada en el proyecto del Ministerio de Fomento, la vía saldrá sin ramales esenciales o sin el arranque necesario para ejecutarlos. Agustín Hernández ha estado trabajando sobre la conexión con la Cidade da Cultura y ese enlace ha quedado en el aire, por lo que tendrá la posibilidad de acordar con el ministerio una solución para este asunto.
Y también para la autovía de Lavacolla, que ha dejado un tanto estupefactos a los empresarios del área norte, que habían visto un proyecto inicial muy diferente. Junto al mismo, podrían arreglarse las conexiones pendientes en este mismo ámbito con las zonas industriales. Ahí hay que enclavar la rotonda de acceso a A Sionlla y la duplicación del paso elevado sobre la C-550 en dirección al Polígono do Tambre.
Hablando de autovías y autopistas, Hernández querrá instar a su sucesor en Medio Ambiente para que complete el trazado de la AG-59, detenido en la Ramallosa, hasta A Estrada. Los problemas económicos puede que se diluyan en los próximos ejercicios presupuestarios.
relevo en santiago