En A Baña despidieron ayer a la anciana más longeva que se recuerda en las comarcas de Barcala y Xallas. Los 108 años que Eulalia Silva Suárez cumplió el pasado 9 de mayo establecen un techo de edad difícil de superar, tras su fallecimiento el pasado miércoles, después de ser hospitalizada unos días antes por un achaque. Con todo, siempre había gozado de una salud envidiable hasta el punto de no sufrir ninguna operación quirúrgica en el siglo y ocho años que vivió con los suyos en la casa natal de O Campelo, en la parroquia de San Xoán de A Riba, donde ayer numerosas personas despidieron a la centenaria.
El alcalde de A Baña, Andrés García Cardeso, mostraba su pesar por el fallecimiento de una vecina que se había ganado la simpatía de todos por su longevidad «e porque sempre mantívose activa facendo tarefas na casa», lo cual causaba la lógica admiración. García Cardeso señaló que según le transmitieron sus hijos, Isaac y Manuel (que viajó desde Río de Janeiro) «sempre lles quedará o recordo de que a súa nai viviu intensamente», señaló.