Sargadelos pierde su símbolo institucional en Compostela

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

Díaz Pardo se llevó en el 2010 los fondos del IGI a la biblioteca de la Cidade da Cultura.
Díaz Pardo se llevó en el 2010 los fondos del IGI a la biblioteca de la Cidade da Cultura. xoán a. soler< / span>

Subastan el Instituto Galego da Información, que puede convertirse en hotel

10 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El símbolo de Sargadelos en Compostela será pronto agua pasada. El Instituto Galego de Información (IGI), la trinchera de Isaac Díaz Pardo cuando tuvo que dejar sus responsabilidades en O Castro y Sargadelos, será subastado el día 17 de este mes. La finca pasará a manos del mejor postor, a partir de 2.876.000 euros. El IGI está en proceso de liquidación y se cumple el plazo de tres años para disolverlo o reactivarlo.

Está claro que la reactivación de una institución paralizada desde el 2007, y ya sin contenidos, no es un objetivo defendible. Como tampoco lo es destinar el edificio, tras su venta, a una actividad cultural, como se planteaba inicialmente. Su destino es el que quiera el comprador del inmueble, dentro de la posibilidades que la normativa le permita.

Ahí no cabe la construcción de viviendas, pero sí una actividad hotelera, cultural o educativa. Son numerosas las personas que se han interesado por el IGI para alguna de estas actividades, sobre todo en el plano hostelero y hotelero. Gente interesada en hoteles, restaurantes y albergues han requerido datos, pero la compra no ha cuajado. Los liquidadores pusieron el edificio a la venta por 4 millones de euros, y eso asustó al personal, por lo que hubo que rebajar las pretensiones y establecer una puja para que sea un acto público y concurra quien quiera. Es la fórmula para que los liquidadores no tengan que darle cuenta a los 300 socios de una venta privada en un despacho y fuera de focos.

Descabalgamiento

En el momento en el que se consuma la enajenación del edificio, desaparecerá la huella institucional de Sargadelos en la ciudad. Un amplio grupo de accionistas decidió hace años descabalgar de la responsabilidad del IGI a Isaac Díaz Pardo, por presuntos desajustes financieros, en medio de la oposición de un amplio espectro social. El propio presidente de la Xunta Pérez Touriño y sus predecesores (incluido Fraga) firmaron contra el apeamiento de Díaz Pardo de Sargadelos y del IGI por tratarse del alma máter de la entidad y de su galleguidad. Díaz Pardo impulsó con Luis Seoane todo el complejo artístico y empresarial.

Al final, los accionistas lograron por mayoría dejar fuera del mando a Díaz Pardo, quien resistió en el IGI hasta el último momento y acordó con la Xunta ceder los fondos a la Cidade da Cultura para ponerlos a disposición de los investigadores. Lo hizo contra la voluntad de sus hijos y de los accionistas mayoritarios. Responsables del Instituto señalan que, tras la disolución del IGI, se plantearán si reclamar o no ese legado.