La obra de María Xosé Domínguez invita a la reflexión en grupo

jael á. naya / j. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Hombres y mujeres participan en piezas cuya importancia radica en el simbolismo

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

María Xosé Domínguez es una artista multidisciplinar compostelana nacida en 1967. Licenciada en historia del arte y con titulaciones en arquitectura de interiores y fotografía, está a punto de clausurar en Lugo la muestra Estudio Aberto 3, una iniciativa nacida tras una residencia artística compartida en la que se unieron ocho creadores de diferentes nacionalidades.

María Xosé busca en su obra reivindicar la labor de las mujeres de antaño utilizando el simbolismo de sus objetos cotidianos y descontextualizándolos, el arte encontrado de Duchamp. Su aventura empezó con el proyecto XQ Sirenas?, en el que recopiló objetos del ámbito femenino y los reconvirtió en objetos de colección añadiéndoles nuevos valores fuera del ámbito doméstico.

El éxito de la muestra la llevó a Marruecos, país en el que su hija Meri seguía los pasos de su madre y se licenciaba en historia del arte. Fruto de esos continuos viajes al país africano, la artista se empapó de unas influencias que inevitablemente se ven reflejadas en su obra, con la que busca más presencia de las mujeres liberadas y ampliar la variedad de pensamiento.

El Instituto Cervantes de Tetuán fue la primera parada de su trabajo reconvertido bajo el nombre de Mala Fortuna, que después se trasladaría al Instituto Cervantes de Tánger, dónde el emplazamiento céntrico de la exposición propició la asistencia masiva y la participación constante en sus obras interactivas. Es especialmente curioso el caso de la cola de sirena que empezó a calcetar su madre para la primera muestra y que posteriormente continuaron ella y Meri, siendo así la primera sociedad madre-hija que exponía en un Instituto Cervantes, para pasar directamente a los visitantes que se fueron relevando en una obra que sigue vigente y en la que mujeres y especialmente hombres aprendieron a calcetar de la mano desinteresada de otros espectadores.

En estos momentos María Xosé está pendiente de llevar su exposición en constante evolución a Ceuta, de la mano de la Fundación Premio Convivencia que se mostró encantada con los trabajos previos. Pero la cita que más ilusión le hace es la que la llevará al Auditorio de Cangas con su obra relacionada en constante evolución con obras interactivas e itinerantes.

La creadora confiesa sentirse más cómoda realizando instalaciones con cosas muy femeninas, aunque también le gusta trabaja con intangibles como los deseos, en lo que ella define como «volver atrás con un paso adiante» en la lucha por la igualdad.