«No colexio vello había aulas de 8 escolares, agora algunha ten 26»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Colaboraron en la dirección que integró los centros de Castiñeiriño y Sar

09 ene 2015 . Actualizado a las 11:07 h.

Xosé Manuel Barreira es desde ayer nuevo director del colegio público Ramón Cabanillas. Releva a Dolores Domínguez, que se ha jubilado esta semana. Ambos han colaborado en el equipo directivo desde septiembre del 2004. Dolores llegó al Ramón Cabanillas en 1997, procedente del López Ferreiro; estuvo 17 años en el equipo directivo, los 13 últimos como directora.

Xosé Manuel y Dolores han trabajado para la inauguración de las actuales instalaciones, en el curso 2010-2011. Allí confluyeron dos de los colegios más veteranos de la ciudad: el antiguo del Castiñeiriño, fundado en 1962 y que conservó el nombre del ilustre poeta; y el de Sar, que funcionaba en la Colegiata desde 1978. «A adaptación foi moi rápida, desde o primeiro momento, tanto do alumnado como das familias», sostiene Barreira. «No colexio vello había aulas de 8 escolares, agora algunha ten 26», sostiene Dolores. Este curso alcanzaron el máximo de alumnado, 437 escolares (cerca del doble respecto a los dos que integró), aunque ayer tenía 417, porque hubo bajas por traslado de familias para fuera de Santiago.

El colegio actual dispone de madrugadores, comedor escolar, cuatro líneas de transporte y una más para escolares con movilidad reducida, está integrado en el proyecto informático Abalar, tiene secciones bilingües, gimnasio bien dotado, patio cubierto, y utilizan para algunas actividades el pabellón polideportivo de Restollal. Cuentan además con un contrato-programa de apoyo al alumnado por la tarde. «No colexio vello as familias pedían servizos como o comedor, e non se podían ofrecer por falta de espazo. Este curso non solicitamos o libro dixital, á espera de que se experimente e que se coñezan os resultados. Estudamos asumir ese proxecto, e como lle vimos incógnitas decidimos esperar», sostiene Dolores Domínguez.

Tecnología y burocracia

La ya exdirectora jubilada destaca que, tras experimentar todas las leyes educativas promovidas desde la restauración de la democracia «teño a impresión de que foron moitas leis, sen tempo para as desenrolar totalmente; e sinto a insatisfacción de non ver un bo proxecto educativo neste país. Houbo moito avance en dotación de tecnoloxías ao colexio, aínda que iso tamén se traduciu en maior carga burocrática para a dirección e para todo o profesorado en xeral», valora Dolores. El colegio actual es el más nuevo de los públicos de Santiago y «o traballo resulta fácil porque hai un cadro de docentes moi experimentado e colaborador», indica Barreira.

Este curso el centro estrenará la nueva reválida que implanta la Lomce, en tercero de primaria: «Non é algo que nos preocupe moito, e non nos centramos en exclusiva na súa preparación, non nos supón presión. O que me parece máis preocupante é o enfoque que supón de modelo educativo», agrega.

Barreira considera que una necesidad de este, y otros centros de primaria, es personal administrativo. Él y Dolores se ocuparon de esas tareas, que crecieron los últimos cursos por el aumento de alumnado, con el agravante de que «hai aplicacións informáticas comúns a centros de secundaria que causan problemas», dice. Ayer, entre sus primeras actuaciones, estuvo el de preocuparse de coordinar actividades con centros de Lamas de Abade, con los que prevén comenzar a colaborar ya en febrero.

XOSÉ M. BARREIRA Y DOLORES DOMÍNGUEZ DIRECTOR Y EXDIRECTORA DEL RAMÓN CABANILLAS