Nuevos pubs con música en vivo ceden ante la amenaza de multas

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El Ultramarinos cancela su programación tras dos visitas policiales

21 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El conflicto de los conciertos en los pubs de Santiago vuelve a reavivarse después de que uno de los locales más emblemáticos de la ciudad en cuanto a programación cultural en vivo haya decidido suspenderla indefinidamente. Así lo anunciaba ayer el pub Ultramarinos, que tras recibir dos visitas policiales en el último mes en días de actuación, ha cedido ante la amenaza de multas.

«A situación dos locais que programamos habitualmente música ao vivo en Compostela é realmente insostible», aseguran desde el local de Casas Reais. «Sentímonos perseguidos por realizar unha actividade que vén sendo habitual dende hai moitos anos en Compostela, que forma parte da vida dos composteláns e que cremos necesaria para a dinamización económica, social e cultural da cidade», añaden.

Paradójicamente el Ultramarinos pertenece a la Rede Galega de Música ao Vivo que promueve la Xunta -a quien compete la autorización de las actuaciones en vivo- a través de Agadic con el fin de «garantir a estabilidade na programación de espectáculos e concertos de factura galega». Sin embargo esta condición no ha sido tenida en cuenta en su caso ni el de la Sala Moon, que en febrero también decidió cancelar temporalmente sus actuaciones ante la presión policial.

La gerente del Ultramarinos, Noa Díaz, asegura que en sus siete años de actividad jamás han tenido una queja. «Temos estupendamente ben insonorizado o local e nunca tiven un problema cun veciño, é mais, moitos deles están indignados porque estannos intentando facer crer que están molestos polos ruídos e non é así», incide. La propietaria del conocido pub reclama voluntad política para que la situación se normalice. «As leis están para cumprilas, por suposto, pero tamén están para modificalas se non se axustan á realidade e, neste caso é evidente que necesitan unha revisión urxente», concluye.

Reacción de Santiago sin Ruido

A la propia normativa se ha referido después María Abelleira, presidenta de la Plataforma Santiago sin Ruido, desde la que se reclama «que se cumpla la legislación vigente». Afirman que, en el caso del Ultramarinos, su licencia no le permite realizar conciertos. Abelleira sostiene que «no hay ningún conflicto, lo que hay es una situación de impunidad por parte de los bares que incumplen la normativa generando molestias a los vecinos», situación que se mantiene «con permisividad por parte del Concello que no actúa de oficio desde hace veinte años».

«Saltarse las normas al antojo o por lucrarse económicamente no puede ser amparado en nombre de la cultura», continúa, y reprocha a los locales se pongan «en el papel de víctimas cuando lo que están haciendo es, precisamente, vulnerar las normas».