Desde el IDIS proponen una nueva proteína como base de un fármaco contra la obesidad

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Demuestran cómo la uroguanilina reduce el peso y la grasa

05 dic 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

La colaboración de los grupos de Fisiopatología Endocrina y de Metabolismo Molecular, que lideran Luisa María Seoane, doctora en Farmacia e investigadora Miguel Servet del Sergas, y Rubén Nogueiras, doctor en Biología, ambos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), ha conseguido un nuevo reconocimiento en el estudio de la obesidad. Esta vez han demostrado, en animales de experimentación, el efecto contra la obesidad de la uroguanilina, una proteína conocida inicialmente por su papel sobre el control del contenido en agua corporal. En un trabajo publicado en Diabetes, una revista de referencia internacional de gran impacto en el campo de la endocrinología, describen el mecanismo por el que la administración de esa proteína reduce el peso y la cantidad de grasa en animales obesos, sin modificar la cantidad de alimento ingerido. Es un avance para la búsqueda de un nuevo fármaco efectivo para tratar la obesidad, del que la uroguanilina puede ser la base.

El trabajo ahora publicado forma parte de la tesis doctoral de Cintia Folgueira, codirigida por Seoane y Nogueiras. Este estudio evidenció como «en ratones obesos, tratados de forma crónica con uroguanilina, se redujo drásticamente tanto el peso como la grasa sin modificar la ingesta calórica», afirma María Luisa Seoane.

Esto es posible, agrega, «porque la uroguanilina actúa sobre los dos tipos de grasa presentes en el cuerpo: la grasa blanca y la grasa parda. Por un lado, la uroguanilina incrementa la actividad de la grasa parda, que quema calorías para mantener la temperatura corporal. Por otro lado, la uroguanilina estimula la diferenciación de grasa blanca, que solo almacena las calorías, a grasa parda, ayudando así a quemar más calorías»

Cintia Folgueira explica que este trabajo «sugiere que una vez que la uroguanilina se produce y se libera en el intestino, llega al cerebro, que es el encargado de transmitir las señales a la grasa, para que la proteína ejerza su efecto anti-obesidad».

En la actualidad, el único tratamiento efectivo contra la obesidad lo constituye la cirugía bariatrica. Esto lleva a pensar, indica Folgueira, «que aquellas proteínas liberadas por el sistema digestivo deben ser cruciales en la regulación del peso corporal. La uroguanilina se une así a la lista de factores procedentes del sistema digestivo que están siendo estudiados como posibles tratamientos de la obesidad».

Este trabajo ha sido financiado por el Programa Starting Grant del European Research Council; además de por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia; el Ministerio de Economía e Competitividad, y por el Instituto de Salud Carlos III. El Carlos III acaba de confirmar una nueva ayuda para continuarlo durante tres años más.

En animales y personas

«Hasta ahora nuestras investigaciones con la uroguanilina se han centrado en animales. Pero en el nuevo proyecto pretendemos determinar los niveles de uroguanilina en personas, en función del peso o de la composición corporal. Tenemos el convencimiento e que esta proteína puede ser una buena base para un fármaco que sea efectivo para el tratamiento de la obesidad, y contribuir así a solucionar los graves problemas de salud que ocasiona», insiste Seoane.

La obesidad es una de las líneas de trabajo de la investigación en biomedicina a la que se dedican más esfuerzos en Santiago. La uroguanilina se suma a valiosos estudios realizados antes con hormonas como leptina o grelina.

El grupo de Luísa María Seoane colabora además con el servicio de cirugía del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), en concreto con especialistas en cirugía bariátrica -de momento, el único tratamiento efectivo en pacientes con obesidad mórbida-, para conocer qué diferencia al estómago de personas obesas del procedente de individuos de peso normal.

Se estudian asimismo las relaciones del tracto grastrointestinal y el cerebro, a través de los cambios producidos por una serie de hormonas que comunican al cerebro, mediante el sistema nervioso central, el estado nutricional del organismo, y que permiten mantener un peso corporal estable.

El grupo de Luisa María Seoane se centra más en el ámbito gastrointestinal, y el de Rubén Nogueiras en el cerebral. Ambos tienen amplia experiencia en este campo de la obesidad, con más de 15 años de trayectoria investigadora.