El Camino Francés a velocidad de vértigo: 14 días desde Roncesvalles

BELÉN FIGUEIRA, M.G. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

RAQUEL CACABELOS

«Es una vida comprimida en poco tiempo», asegura el peregrino barcelonés Lucas Tejada

11 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La simpatía y el buen humor no están reñidos con el cansancio. Lucas Tejada Domínguez llegaba exhausto y agotado, pero satisfecho por el reto personal que se había marcado tiempo atrás y, finalmente, consiguió superar. El objetivo de este barcelonés era «hacer algo que nunca antes se hubiera visto». Y para ello apostó por ser el más rápido en completar el Camino Francés desde Roncesvalles. Lo hizo en catorce días: salió el 28 de julio a las tres de la tarde y ayer entraba en el Obradoiro a las cuatro tras recoger la compostela. Esto supuso hacer una media aproximada de 62 kilómetros cada jornada hasta completar los 750 de distancia. Explica que, tras buscar en Internet, no halló ningún registro documentado de peregrinos que lo recorriesen en tan poco tiempo.

Su rutina diaria para conseguir superar este reto, que había iniciado por una promesa, era exigente. El despertador sonaba a las cuatro de la mañana. Después se ponía a caminar desde las cinco y media hasta las nueve de la noche. Sus descansos los empleaba en comer al mediodía y tomar un piscolabis para reponer fuerzas alrededor de media tarde. Ambos duraban media hora justa. Por la noche disponía de algo más de tiempo. Tras llegar al albergue, desinfectarse las plantas de los pies y darse una ducha llegaba el turno de la cena. Después, se iba a la cama a las once y media.

Lucas califica la experiencia como «una vida comprimida en poco tiempo. El Camino te completa como persona y te ayuda a superar las carencias». Afirma que la soledad no le ha afectado, pero esta iniciativa le ha ayudado a relacionarse y confiar en personas desconocidas. ¿Volver a realizarlo? Como ahora no, responde este barcelonés, «me gustaría disfrutar y conocer muchos de los lugares por los que he pasado».