Luigi Cianti, el peregrino que donó 5 millones de euros y ahora vive de la hospitalidad del Camino
SANTIAGO
Este italiano cambió su vida de lujos para convertirse en «peregrino del mundo»
17 ago 2016 . Actualizado a las 13:26 h.Luigi Cianti es un peregrino italiano de 71 años que acumula multitud de kilómetros e historias en sus botas. Su vida ha sido siempre muy versátil. Creció en un orfanato y, tras obtener el carné de camionero, comenzó a trabajar en la empresa Gallardi. Allí conoció y se enamoró de la hija del jefe, Daniela, con la que estuvo casado durante 25 años. De esa unión nació su hijo, Daniel.
La vida de Luigi cambió radicalmente al morir su esposa. Tocó fondo y decidió poner fin a ese estilo de vida. Donó toda su fortuna a organizaciones benéficas y comenzó el primero de sus caminos hasta Jerusalén. A partir de ahí realizó 36 veces el Camino de Santiago. El último lo finalizó ayer, cuando llegó desde Irún, completando el Camino del Norte. Tal como afirma, se considera «peregrino del mundo», habiendo recorrido los cuatro continentes, excepto Australia. Manifiesta haber realizado todos las rutas que llevan a Santiago, siempre con punto de partida en Roma, donde reside su hijo. Afirma que el Camino del Norte es uno de los más serenos y menos transitados, algo que agradece. Todos los viajes los realiza solo, puesto que «el Camino es interior, siendo peregrino quien camina con el corazón». En todas sus etapas ha encontrado solidaridad y gente hospitalaria que le han brindado su apoyo, dándole de comer o una cama donde dormir. Todas estas experiencias las ha plasmado en un libro que verá la luz en septiembre, Caminando con Dios. De millonario a peregrino. Su próximo destino será Fátima, hasta donde peregrinará desde la ciudad compostelana.
Una nueva experiencia
Lio Garhard y Catherin Schmell han hecho el Camino Inglés desde Ferrol. Estas chicas alemanas decidieron recorrerlo y, durante su visita a España, conocer también Barcelona. Los seis días en los que han completado la ruta han sido duros, especialmente los tres primeros, puesto que no se habían preparado físicamente para ello. Los tres siguientes fueron mejorando y «quedaron maravilladas del paisaje que les acompañaba». Las heridas de los pies no les permitieron terminar el Camino calzadas, pisando el Obradoiro descalza una, y con chanclas otra.
Otro de los grupos que llegaron ayer al Obradoiro estaba formado por diez adultos y ocho niños que realizaron el Camino desde Sarria. Provenían de Crevillent (Alicante) y califican la experiencia de «excelente, repetible y un gran plan en familia».