Buena parte de los edificios públicos tienen barreras, aunque el Concello elabora un plan para eliminarlas
04 dic 2015 . Actualizado a las 10:36 h.Pasear con un carrito de bebé, una silla de ruedas o intentar aparcar en una plaza para minusválidos en los dos núcleos urbanos de Ames es mucho más difícil de lo que parece. El problema también afecta a edificios públicos como la Casa do Concello, pese a disponer de zonas de acceso sin escaleras, ya que la pendiente de las rampas hace inviable la autonomía de las personas con problemas de movilidad.
La accesibilidad también es una asignatura pendiente en las zonas peatonales, con aceras estrechas y plagadas de obstáculos que dificultan la entrada a instalaciones que sí están diseñadas sin barreras arquitectónicas.
Con semejante radiografía, y aprovechando la jornada internacional de apoyo a las personas con diversidad funcional, el Ayuntamiento de Ames ha confirmado que el año próximo destinará fondos del Plan de Acción Social (PAS) de la Diputación para eliminar barreras en la Casa do Concello de Bertamiráns y la biblioteca de Milladoiro.
El presupuesto para estas intervenciones supera los doscientos mil euros y corresponde a una primera intervención. En una segunda parte, la Administración local prevé incluir el Pazo da Peregrina, en Bertamiráns, y el interior de las oficinas del Concello en Milladoiro con proyectos para adaptar ascensores y adaptar sus servicios a personas sordas. La suma de todas estas obras asciende, según los cálculos municipales, a 320.000 euros.
En la Casa do Concello habrá más plazas especiales para vehículos y obras de adaptación en el entorno del edificio, que dispondrá de aparcamientos adaptados y una rampa con plataforma elevadora. En la biblioteca de Milladoiro se instalará un ascensor adaptado y habrá reformas en las aceras y la parada del autobús metropolitano.