El vecino de Brión roció a su mujer con combustible antes de prenderse fuego en el coche

La Voz SANTIAGO, A CORUÑA / LA VOZ

BRIÓN

Álvaro Ballesteros

No hubo ninguna denuncia por malos tratos en el matrimonio con anterioridad al suceso en el que el hombre murió quemado

18 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La investigación del suceso del pasado sábado en el que falleció un vecino de Brión tras prenderse fuego avanza hacia su esclarecimiento y, si bien aún no hay una versión oficial de lo ocurrido, se consolida la hipótesis, barajada desde el principio, de que es un caso de violencia machista. Todos los indicios apuntan a que José Manuel Iglesias Vázquez, de unos 40 años, no solo pretendía acabar con su vida, sino que también intentó matar a su mujer, ya que, además de rociar su vehículo y su propio cuerpo, echó combustible sobre ella antes de incendiar el automóvil con ambos dentro. No obstante, su expareja logró escapar a tiempo y solo sufrió heridas leves, principalmente en las manos.

La Policía Judicial de la Guardia Civil mantiene abierta la investigación y probablemente hoy entregará sus diligencias al juzgado de Negreira, al que corresponde el caso, sobre el que decretó secreto de sumario.

El suceso sigue rodeado de confusión. El matrimonio estaba en trámites de separación, pero no habían trascendido sus desavenencias en Cabreiros, el lugar de Brión donde ambos residían hasta hace pocas semanas con sus dos hijos, menores de edad, en la vivienda propiedad de José Manuel Iglesias. Tampoco hay constancia de ninguna denuncia previa por maltrato.

La mujer, conocida como Bea, había acudido el sábado a la casa, en la que ya no residía, para recoger, al parecer, algunos efectos de sus hijos, que se encontraban con sus abuelos maternos, residentes en un núcleo próximo. A la fuerza o por propia voluntad, la mujer estaba con su marido, poco antes de las 17.30 horas, en el vehículo pick-up que Iglesias Vázquez utilizaba en su trabajo de mantenimiento de jardines y que estaba aparcado en la finca. El hombre esparció el combustible que tenía en un recipiente en el coche y provocó el incendio que acabó con su vida pocas horas más tarde. Bea pidió auxilio a los vecinos y les dijo que José Manuel había intentado matarla.