La sentencia del Tribunal Supremo de California que levanta cualquier restricción al uso médico de la marihuana es un paso más en un proyecto mucho más ambicioso. Y es que una comisión parlamentaria de California ha aprobado una proposición de ley que equipara la marihuana al tabaco y el alcohol. Para que ese proyecto se convierta en ley debe todavía recorrerse un largo camino legislativo, pero es evidente que la percepción de esta droga cambia poco a poco en Estados Unidos.
El pasado lunes un estado más aprobó su uso terapéutico. El gobernador saliente de Nueva Jersey firmó, en su último día en el cargo, la ley que legalizaba el consumo médico de la marihuana. Y Nueva Jersey se convertía así en el decimoquinto estado en permitirlo. A California y Nueva Jersey se unen los estados de Washington, Oregón, Nevada, Alaska, Hawái, Montana, Colorado, Nuevo México, Míchigan, Vermont, Maine, Rhode Island y Maryland. En ellos los enfermos de sida, esclerosis múltiple o de cáncer que reciben radioterapia, entre otros, están autorizados a consumir marihuana. Aunque ninguno de ellos es tan abierto como lo será el de California después de la sentencia de su Tribunal Supremo. Esta sentencia vuelve a la ley que se aprobó en 1996 y que no ponía restricciones al uso terapéutico de esta droga.
Aunque el actual Gobierno de Washington es mucho más permisivo que el de su antecesor, tanto consumidores como investigadores se quejan de la multitud de restricciones. Y es que, por ejemplo, el cultivo y utilización para investigación debe ser aprobado por el Gobierno federal. Además, la DEA, la agencia antidrogas, realiza periódicamente redadas contra vendedores autorizados por los estados en los que se realizan las ventas.