Marta Ortega y Sergio Álvarez, unidos para siempre en Galicia

Pablo Portabales
pablo portabales A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

GUSTAVO RIVAS

La novia apenas hizo esperar unos minutos a su prometido y Ainhoa Arteta cantó el «Ave María»

19 feb 2012 . Actualizado a las 11:14 h.

Marta Ortega y Sergio Álvarez Moya ya son marido y mujer. La ceremonia religiosa celebrada en el Pazo do Drozo fue oficiada por un sacerdote de Vigo amigo de la familia. En la pequeña capilla, con capacidad para doce personas, estuvieron los novios, los respectivos padres, tres abuelos (uno por parte asturiana y los padres de Flora Pérez) y los dos hermanos del novio. Los invitados siguieron el oficio religioso desde una antesala convertida en templo virtual por mor de la tecnología de retroproyectores y pantallas planas led. Un auténtico prodigio técnico dotado «con el mismo espíritu y sobriedad del entorno», según destacaron fuentes de Inditex.

Durante la boda intervino un coro gallego (una solista y seis intérpretes) que cantó piezas tradicionales de la tierra, como las cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio. La soprano Ainoha Arteta cantó el Ave María de Charles Gounod. Fueron los momentos más emocionantes de la ceremonia.

El novio llegó a la cita con su madre quince minutos antes de las ocho de la tarde y Marta, sentada en el asiento de atrás del Mercedes al lado de un pletórico, feliz y sonriente Amancio Ortega -al que prácticamente es la primera vez que se le ha podido ver con corbata- con el clásico retraso de unos pocos minutos. Cantidad de fotógrafos, cámaras, periodistas y curiosos se agolparon alrededor del vehículo. Padre e hija saludaron con la sencillez y normalidad marca Ortega.

Sergio Álvarez se vistió en el hotel Finisterre de A Coruña, donde el viernes por la noche se celebró la fiesta previa a la boda. La novia salió directamente de la casa familiar, situada en el paseo del Parrote. Durante la mañana de ayer se pudo ver paseando por la ciudad a algunos ilustres invitados, como Arteta o Athina Onassis.