La secuencia ocurre de la siguiente manera: unos padres acuden a hacerse un sonograma para descubrir el sexo de su retoño. El médico les entrega un sobre cerrado con el diagrama de su bebé. Tras entregar este sobre a un pastelero se prepara una reunión y se recoge el pastel. Cuando se corta la tarta aparece un color azul y los padres saben descubren por fin qué es lo que van a tener: será un chico.
Escenas como estas son cada vez más comunes en Estados Unidos, donde las llamadas gender-reveal party (fiestas para desvelar el sexo de tu bebe) comienzan a convertirse en una tradición entre los padres más jóvenes.
Según un artículo publicado esta semana por el periódico The New York Times este tipo de celebraciones son cada vez más frecuentes entre los menores de 35 años. Así pues, y si en el año 2004 apenas un par de foros hablaban de este tipo de celebraciones en las páginas para bebés, este año hasta 1.800 primerizos han colgado en YouTube sus vídeos de revelación haciendo partícipes a familiares y amigos de un momento único. Para muchos, las gender-reveal party ( son el último escalón de una generación acostumbrada a compartir toda su intimidad en Facebook, y para quien recibir una noticia en la fría sala de una consulta resulta demasiado aburrido.
Para otros, la fiesta no es más que una nueva estrategia de una industria que mueve anualmente miles de millones de dólares.
Las tartas de la sorpresa
Aunque existen chupachups que cambian de color en función de si es chica o chico, o juegos especiales para la ocasión, lo más corriente es que los padres decidan descubrir el sexo de su bebé a través de una tarta sorpresa. De momento, solo en Nueva York al menos una docena de pastelerías ofrecen este servicio que suele incluir una elaborada decoración del pastel. Para darle emoción al momento los pasteleros añaden colorantes rosa o azul en el interior del dulce.