La interventora más sexi trabaja en el Ayuntamiento de Valdoviño

SOCIEDAD

luis aspizazu

A Martina Taaroa Manteiga lo que le gusta es posar: «Nunca me dijeron nada por ser modelo e interventora. Soy seria y no hago daño a nadie»

16 sep 2012 . Actualizado a las 13:58 h.

Despido el verano hablándoles de la interventora municipal más sexi de España. Va a ser difícil encontrar a alguien que la supere. Para ello me acerco a Ferrolterra, que estos días es la capital internacional del surf gracias al Pantín Classic que se disputa en la citada playa del ayuntamiento de Valdoviño. Pues en este concello en el que se crio el maestro de periodistas Vicente Leirachá trabaja como interventora municipal una mujer que no deja indiferente a nadie. Se llama Martina Taaroa Manteiga Fulgueira, es licenciada en Económicas y Empresariales y aprobó las oposiciones para dedicarse profesionalmente a la intervención. Pero su gran pasión es ser modelo. «Llevo 13 años practicando fitness. Me cuido. Pero por el hecho de que ejerza el modelaje, me vista de determinada manera y me guste posar... mucha gente presupone una imagen de superficialidad que creen que está reñida con el puesto de interventora. Me da seguridad en mí misma», comenta está mujer compleja y de ideas claras. Tiene razón, aunque también es cierto que por mucho que busques por el mundo adelante resulta complicado encontrar en Internet una foto de una interventora municipal luciendo palmito sin apenas ropa en una playa del municipio en cuya casa consistorial trabaja. «Considero el cuerpo humano como algo natural, pero en algunas imágenes que rozan el erotismo mi silueta sale difuminada», asegura.

Imagen que choca

La interventora-modelo nació en Ferrol. Ahora vive en Neda y se desplaza a diario a Valdoviño, donde tiene la plaza en propiedad. Fene fue su primer destino durante dos años y pico y después el ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, en Las Palmas. Regresó a Galicia debido al delicado estado de salud de sus padres y trabajó en los concellos lucenses de Castro y Outeiro de Rei. Acaba de cumplir 36 años y es consciente de que a algunas personas les sorprende encontrarse con una interventora de este perfil... físico. «Choca. Que seas mujer, joven... En ningún ayuntamiento me dijeron nada por ser modelo e interventora. Soy seria y no hago daño a nadie. No pueden valorar tu labor de control de la legalidad y la fiscalización económico-financiera de un concello con tu trabajo de modelaje», asegura. Tanta es su pasión por la imagen que hace cuatro años llegó a presentarse al concurso de Miss Burgos, aunque el asunto acabó bastante mal. «Gané, pero me echaron. Tenía 32 años y reconozco que mentí sobre la edad, pero es injusto, porque si un jurado me votó es porque era la merecedora del título. Lo dice el artículo 14 de la Constitución», recuerda. Les decía antes que es una mujer compleja porque cuenta cosas que resultan difíciles de asimilar. Por ejemplo, cuando le pregunto por lo de Taaroa me explica que es un nombre polinesio que significa el dios creador de todas las cosas bellas. «Nací en Galicia, pero por mis rasgos me siento muy polinesia y fenomenal cuando estoy en lugares tropicales. Incluso se me pasa por la cabeza pedir una excedencia e irme a vivir a la Polinesia francesa», asegura. Es la primera vez que una gallega me dice que se siente polinesia. Y, por supuesto, nunca antes lo había escuchado de boca de una interventora. A Martina lo que le gusta es posar y esta semana protagonizó una sesión de fotos en las incomparables playas del ayuntamiento en el que trabaja. Fíjense qué maravilla. No se queden solo con la estampa de la interventora. En la imagen del fotógrafo coruñés Luis Azpiazu se aprecia la imponente playa de A Frouxeira.

Vuelta a Redes

Les iba a hablar de la comida que organizó en Pontevedra la Fundación Figueroa, a la cual tengo el honor de pertenecer, pero por falta de espacio lo haré la próxima semana. Ya que empecé por Ferrolterra, me quedo por el norte, porque tuve la suerte de volver a Redes. Es un pueblo-maravilla. Solo le falta alguna apuesta hostelera de nivel que permita picar algo al lado del mar. Seguro que a la interventora le encantaría posar en sus callejuelas o al lado de las hermosas cabrias de madera en las que se colgaban las redes que dan nombre al lugar.