Plácido Blanco: «Entre el 4 y el 5 % de los alumnos gallegos sufren acoso»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

15 nov 2012 . Actualizado a las 23:57 h.

Plácido Blanco creó en el año 2005 el Bullyingo Test, una prueba para detectar el acoso escolar cuya puesta en práctica le permite concluir que este problema lo sufren entre el 4 y el 5 % de los escolares gallegos. Este catedrático de Orientación Educativa que ejerce en el IES Carlos Casares de Viana do Bolo (Ourense) acaba de publicar además el Protocolo ARCE para Ciber-Bullying, encargado por el Ministerio de Educación y elaborado junto a Luis Fernández y Susana Fernández.

-Existen en Galicia casos tan graves como el de Ciudad Real?

-No tengo constancia de que haya suicidios, por suerte, pero existen casos gravísimos y no estamos exentos de lo peor. El ser humano puede ser de una gran maldad, y en una relación de dominio y sumisión como es el acoso escolar no hay más motivo que la crueldad.

-¿Puede poner algún ejemplo?

-He conocido a una menor que se quedó ciega tras un caso de acoso, al somatizar el problema y desarrollar una hipoglucemia. También he visto acoso entre niños de 5 años y me viene a la memoria ahora la crueldad de un grupo de chicas que paró una clase para entregarle un regalo a una menor a la que estaban asediando. El presente resultó ser papel higiénico y una maquinilla de afeitar. Imagínese cómo regresó esa chica a su casa aquel día.

-¿A cuántos jóvenes afecta el acoso escolar en Galicia?

-Por los resultados que hemos obtenido con la aplicación del Bullyngo Test, entre el 4 y el 5 % de nuestros escolares sufren acoso escolar, y eso es una cifra similar a la del resto de España, porque se trata de un problema universal.

-¿Se solapa el ciberacoso con el tradicional acoso escolar?

-Sí, pero se dan circunstancias nuevas sorprendentes. En el bullying, al ser presencial, el acoso es en una sola dirección, pero en el ciberbullying estamos viendo que es a veces el acosado el que responde de la misma manera y se convierte también en acosador. Y en la Red no solo aparecen adolescentes; también adultos.

-¿Cómo vive la víctima una situación como esta?

-Lo primero que vemos es un destrozo emocional. Después, una ruptura de las relaciones sociales, pues sus amistades le dan la espalda por temor a convertirse también en víctimas, así que todos lo desprecian y dejan de llamarle y quedar con él. Después aparece una distorsión cognitiva. Es decir, si todos se burlan de mí, es que la culpa es mía. En último lugar vemos a veces la somatización del problema.

-¿A quién se suele acosar?

-Todo vale, pero es habitual en el caso de los superdotados. De hecho, empecé a trabajar sobre temas de acoso al estudiar a los superdotados. Los demás reaccionan contra ellos por envidia; así es el ser humano. Hay casos en que los chicos gordos sufren también ese acoso, pero se pierde de vista que en ocasiones el proceso es el inverso: engordan al comer compulsivamente en cuanto empiezan a verse amenazados.

-¿Por qué actúa así el agresor?

-Somos temperamento y carácter. Pero el temperamento, que es la herencia genética, supone un 70 % de nuestra personalidad, y el carácter, que es el aprendizaje, la educación, un 30 %. Esto explica por qué no se debe abordar el tema solamente desde la educación. Es clave también la medicina, la psicología. En cualquier caso, es necesario rehabilitar siempre al acosador.

-¿Por qué han preparado en el IES Carlos Casares este protocolo sobre ciberbullying?

-Para que el alumno y el profesor sepan claramente qué hacer. El primero debe saber que necesita realizar volcados de las páginas en las que es acosado para acumular pruebas sobre el caso. Pero contar su problema supone dar un paso muy difícil y superar un temor enorme. Imagínese que al ir a hablar con el profesor, este no sabe qué responder. Por eso es fundamental que el tutor se comporte siempre como si tuviera la respuesta, con seguridad, y por eso es clave también seguir un protocolo de actuación.