Arranca la comisión que investigará los abusos sexuales a menores en instituciones de Australia
SOCIEDAD
Investigará el fracaso sistemático de instituciones religiosas y del Estado en la prevención de estos abusos
11 ene 2013 . Actualizado a las 10:27 h.La primera ministra australiana, Julia Gillard, anunció hoy la puesta en marcha de la comisión que investigará los casos de abusos sexuales a menores cometidos en instituciones religiosas, sociales o estatales en Australia.
El organismo, que hoy recibió el visto bueno de la gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, investigará el fracaso sistemático de instituciones religiosas y del Estado en la prevención de estos abusos.
Gillard dijo, en rueda de prensa, que muchos menores fueron objeto de abusos dentro de las instituciones sin recibir la ayuda de otros adultos que «hacían de la vista gorda» y que las víctimas de estos crímenes «espantosos, estremecedores y viles» necesitan ser escuchadas.
«Durante muchos años, el trauma causado por esos abusos ha sido agravado por el sentimiento que albergaron ellos de que la nación no entendía o no le importaba su sufrimiento», señaló Gillard.
La comisión de seis miembros, encabezada por el juez del Tribunal Supremo del estado de Nueva Gales del Sur, Peter McClellan, deberá recabar pruebas y emitir un informe a finales de junio de 2014, antes de concluir su trabajo en diciembre de ese mismo año. También prevé la creación de una unidad especial para investigar casos de abusos sexuales y encubrimiento en el seno de las instituciones.
La fiscal general, Nicola Roxon, dijo que la comisión «no es una fuerza policial ni un organismo para procesar delitos», aunque tendrá prerrogativas para hacer caso omiso de los acuerdos de confidencialidad pactados con anterioridad.
También anunció que el Gobierno presentará un proyecto de ley en el Parlamento cuando reanude sus sesiones el mes próximo para permitir que los seis comisionados puedan escuchar las pruebas de forma separada porque la actual regulación los obliga a hacerlo conjuntamente.
La iniciativa fue anunciada en noviembre después de que la Policía del estado de Nueva Gales del Sur acusara a la Iglesia católica de encubrir casos de pedofilia presuntamente organizada, tratar de silenciar las investigaciones y de destruir pruebas cruciales para evitar procesos judiciales.
La Iglesia católica admitió en septiembre 620 casos de abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes en Australia desde la década de 1930.