Francisco Vázquez: «Creo que es una llamada de atención a los poderes de la Curia»

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El expolítico se muestra rotundo: «Es una modernización de la Iglesia»

12 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Francisco Vázquez lo sabe todo del Vaticano. No solo porque es un profundo conocedor de la historia -y la historia de Europa no se concibe sin el cristianismo-, o por ser católico practicante, condición que lleva a gala, sino porque además, durante su estancia en Roma como embajador español cerca de la Santa Sede, aprovechó para conocer mejor los entresijos -archivos vaticanos incluidos- del corazón del catolicismo. Tanto es su interés, que ayer partió a Roma para vivir de cerca la noticia. Por eso, las opiniones del que fuera alcalde de A Coruña durante 23 años han de ser muy tenidas en cuenta.

-¿Sorpresa por la noticia?

-Sorpresa por el momento, pero no por el hecho en sí. Benedicto XVI ya anunció que renunciaría si viese que sus condiciones físicas e intelectuales no fuesen las adecuadas para ocupar el papado, porque en el papado confluyen los tres poderes, todo depende de él. Le ha tenido que pesar mucho el final de Juan Pablo II, que perdió la lucidez y solo hablaba en polaco, la lengua de su infancia; de hecho, tenía como enfermeros a unos monjes españoles que tuvieron que ser sustituidos por polacos para poder entenderlo. En el entorno del papa Benedicto siempre se dijo que a él le impresionaba muchísimo la posibilidad de una larga agonía, y que debido a su enfermedad [el papa ha sufrido algún derrame] se le prolongase artificialmente la vida. Para él eso sería muy negativo para el buen gobierno de la Iglesia, veía contraproducente esa fase de ingobernabilidad, y es fruto de ese razonamiento cuando llega al derecho y al deber de renunciar. Le preocupaba una Iglesia paralizada.

-No es muy común la renuncia.

-Solo renunció Celestino V El Ermitaño, que llegó a Roma, vio aquello y se marchó de vuelta a su cueva. Hay que entender que este papa accede con desapego intelectual al cargo de pontífice, para él fue un sacrificio, y eso implica una sensibilidad especial en sus relaciones con el poder: él siguió su trayectoria intelectual y delegó el gobierno al cardenal Bertone.

-¿Cómo se entenderá en Roma esta renuncia?

-La decisión de Benedicto supone una modernización de la Iglesia, un ejemplo más de lo equivocados que estaban quienes sin analizarlo lo acusaban de retrógrado, nada más lejos de la realidad. Él establece una normalidad. Creo que es una llamada de atención a los poderes de la curia, a esos cardenales de más de ochenta años que siguen aferrados a sus posiciones terrenales.

-¿Qué va a hacer Benedicto XVI? ¿Será un «jarrón chino», valioso pero que nadie sabe muy bien dónde ponerlo?

-El no molestará. Por su condición de alemán y de intelectual se irá a un monasterio. Lleva el nombre de san Benito, creador de la regla monástica, y como papa se dedicó a poner en valor las órdenes tradicionales frente a otros grupos.

-¿Qué opina de la forma en que anunció su marcha, en latín y ante los cardenales?

-Lógica. El latín es la lengua universal de la Iglesia, es el inglés de la Iglesia. Además aprovechó el consistorio en el que tenía reunidos a los cardenales [la noticia no la conocía prácticamente nadie]. Podría haberlo hecho en español, que es la lengua más hablada en la Iglesia. ¿Sabe que el 50 % de los bautizados habla español?

-Parece obvio que la salud ha pesado en su decisión, pero es de suponer que habrá otras causas que hayan minado su ánimo.

-Sí. Lo de la pederastia, lo de los Legionarios de Cristo, el Vatileaks, la falta de control de la curia... Por cierto, en lo de la pederastia mostró también una voluntad modernizadora. Creo que este papa supuso una revolución intelectual en la Iglesia.

francisco vázquez, exembajador de españa cerca de la santa sede