Las devastadoras consecuencias en España del cambio climático en el Ártico

Antonio Paniagua / Colpisa

SOCIEDAD

Greenpeace augura una merma en la calidad y producción del vino, el riesgo de desaparición alcornoque y el oso pardo o la regresión de las zonas de esquí

06 mar 2013 . Actualizado a las 21:30 h.

El cambio climático en el Ártico tendrá consecuencias devastadoras en España. Greenpeace predice que el alcornoque corre el riesgo de desaparecer, el hábitat del oso pardo está en trance de pasar a mejor vida y algunas especies exóticas e invasoras, como las medusas o el mejillón cebra, causarán estragos en el levante y el delta del Ebro. De los efectos nocivos del deterioro del Ártico no se librará la agricultura. La organización ecologista pronostica una alteración de los procesos de la maduración de la uva para el vino, lo que se traducirá en una merma de la calidad. Solo en Andalucía la bajada de la producción rondará el 60%.

Las previsiones que maneja la asociación son desalentadoras. Los informes de los expertos auguran que el Ártico podría quedar libre de hielo marino durante el verano dentro de diez años o a lo sumo dos décadas. Un vasto territorio en el que han fijado sus ambiciones las empresas petroleras.

El deshielo en la región ha aflorado importantes recursos energéticos, minerales y pesqueros, lo que suscita el apetito de la industria. Por añadidura, el Ártico es un importante enclave geoestratégico. Cinco países -EE UU, Rusia, Noruega, Canadá y Dinamarca- tienen territorio dentro del círculo polar ártico- y cuentan con acceso directo a su océano, mientras que China, Corea y países de la UE, que carecen de salida al mar, también piden participar en la toma de decisiones y la obtención de beneficios.

Greenpeace acaba de presentar el estudio El Ártico y los efectos del cambio climático en España y ha relanzado la campaña para luchar contra la codicia de las empresas ávidas de petróleo y recursos naturales.

En este sentido, la organización ecologista quiere formar una cadena humana virtual en torno al círculo polar y conseguir que la asamblea de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre, declare las aguas del Ártico territorio protegido, lo que conllevaría la prohibición de realizar extracciones petrolíferas y pesca a escala industrial. Han prestado su imagen para la campaña caras conocidas como Alejandro Sanz, Juan Ramón Lucas, Wyoming, Thais Villas, Coque Malla, Sergio Peris-Mencheta, Gonzo, Dani Mateo, Rebeca Jiménez y Nicolás Coronado.

Son muchas las razones para proteger el Ártico. Las más importantes son que el hielo es reflectante de la luz del sol, lo que evita el calentamiento del mar; influye en las corrientes oceánicas del planeta, funciona como el aire acondicionado de la Tierra y constituye un sumidero de grandes cantidades de metano, uno de los gases causantes del efecto invernadero.

Además, suaviza los temporales y protege las costas cercanas, es el hogar y la fuente de sustento de los nativos, así como el hábitat de la fauna ártica.

Los científicos creen que un incremento de 1,5 grados podría conducir al derretimiento irreversible de la capa de hielo en Groenlandia. Si la subida fuera de 2 grados, las consecuencias serían catastróficas.

El director ejecutivo de la ONG, Mario Rodríguez, lo tiene claro.

«La próxima crisis no será financiera sino climática y centrada en el modelo energético», dijo.

La responsable de la campaña, Pilar Marcos, aseveró que los efectos del cambio climático inquietan en función del lugar de residencia, ya que no le importa lo mismo a un extremeño que se pierdan las estaciones de esquí que los alcornoques de las dehesas. «Nunca 5.000 kilómetros estuvieron tan cerca. El Ártico no es de nadie y debe ser patrimonio de la Humanidad», apostilló.

Quien quiera sumarse a la campaña lo puede hacer enviando un SMS al 28099 con el texto «Ayuda al ártico». El precio del mensaje es 1,2 euros y con él puede contribuir al desarrollo de la iniciativa de Greenpeace, que acude a este tipo de demandas porque no admite donaciones ni de partidos ni de empresas.