Los neumólogos piden un plan nacional para reducir el número de afectados
19 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La tuberculosis es la segunda causa de muerte por enfermedad contagiosa en el mundo, después del virus del VIH. Es una patología que afecta especialmente a los países en desarrollo, pero de la que España tampoco se libra. El pasado año se detectaron 5.152 nuevos casos en el territorio nacional, recogidos por la Red de Vigilancia Epidemiológica de España, lo que supone que es la tercera enfermedad de declaración obligatoria en incidencia, precedida por la gripe y la varicela.
Galicia tampoco es inmune. Al contrario, porque es la quinta comunidad en la que se han registrado más casos, con 432, solo por detrás de Cataluña (929), Andalucía (729), Madrid (569) y Comunidad Valenciana (517). También es la quinta comunidad con mayor número de notificaciones por habitante, con 15,97, por encima de la media nacional situada en 15,4.
Ante esta situación y la celebración el día 24 del Día Mundial contra la Tuberculosis, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) reclamó ayer la elaboración de un plan estratégico nacional dirigido a reducir la incidencia de la enfermedad. La presidenta del colectivo, Pilar de Lucas, explicó que esta patología, que destruye el tejido pulmonar y que se transmite de persona a persona, se puede tratar y curar mediante una combinación de cuatro tipos de antibióticos, pero que es necesario un mayor esfuerzo. «La investigación para la mejora de los tratamientos de la tuberculosis -dijo-, más la prevención y la divulgación entre la población de conocimientos básicos sobre la misma, son la estrategia clave contra la prevalencia de la enfermedad».
La amenaza multirresistente
Si este es el panorama nacional, a escala global se requiere una inversión adicional de 1,233 millones de euros para financiar programas contra este mal y salvar así la vida de seis millones de personas entre el 2014 y el 2016. Al menos así lo expusieron ayer en un comunicado conjunto la Organización Mundial de la Salud y el Fondo Mundial contra la Tuberculosis, la Malaria y el Sida. La principal preocupación de las autoridades sanitarias es la llamada tuberculosis multirresistente, mucho más complicada y cara de tratar.
«En el 2011, más de ocho millones de personas se infectaron y 1,4 millones murieron. Nuestro temor es que, con la expansión de la variante multirresistente, estos números exploten, estamos sentados sobre una bomba de relojería», advirtió la directora general de la OMS, Margaret Chan. Esta modalidad es muy difícil de diagnosticar y, una vez identificada, el tratamiento es muy largo y caro, lo que agrava el problema.