Será sustituida por una de consumo preferente. Es la primera medida de un plan para reducir los alimentos que se tiran a la basura
02 abr 2013 . Actualizado a las 17:51 h.El Gobierno ha derogado la fecha de caducidad de los yogures. Esta es la primera medida del plan «Más alimento, menos desperdicio» presentado por el ministro Arias Cañete. Pretende evitar que 8 millones de toneladas de alimentos acaben en los vertederos cada año.
España es el sexto países de la Unión Europa que más comida desperdicia, con 7,7 millones de toneladas, tras Alemania (10,3 millones), Holanda (9,4 millones), Francia (9 millones), Polonia (8,9 millones) e Italia (8,8).
El pasado viernes se publicó en el BOE el Real Decreto que deroga la obligación de indicar la fecha de caducidad en los yogures-lo que implicaba hasta ahora la necesidad de vender el producto 28 días tras su elaboración- y lo sustituirá por una indicación de consumo preferente que cada fabricante apuntará en función de las características del mismo.
Criterios estéticos
Arias Cañete ha precisado que «revisarán los aspectos normativos» en colaboración con los operadores implicados de la cadena agroalimentaria para evitar, por ejemplo, que se desechen alimentos que no cumplen unos criterios «estéticos» para la venta o por defectos en el envasado.
En este sentido, ha planteado que algunos productos podrían llegar a la población a través de los bancos alimentos sin ocasionar tensiones de mercado, aunque reconoce que antes deben solucionarse algunos problemas como los logísticos y la ausencia de capacidad de frío de estos centros de distribución para su mantenimiento.
El reto del Gobierno es reducir a la mitad en 2025 el desperdicio de alimentos respecto a los niveles actuales gracias a esta estrategia, según marca la UE.
Arias Cañete ha defendido la eficiencia en el consumo alimentario por motivos económicos, sociales y ambientales y como una manera de responder al aumento de la «vulnerabilidad» de la población y a sus necesidades de nutrición en un momento de crisis económica.
En el mundo se pierde o desperdicia un tercio de la producción, esto es 1.300 millones de toneladas al año, según la FAO, el equivalente a la mitad de la cosecha mundial de cereales, segúno Arias Cañete.