Las cinco diócesis gallegas editan una carta pastoral en la que animan a los padres que bautizaron a sus hijos a pedir la asignatura en los colegios
23 may 2013 . Actualizado a las 18:13 h.El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, dijo ayer en un programa de radio de la Cope que oponerse a la clase de Religión corresponde a «planteamientos totalitarios bajo la apariencia de tolerancia» y considera que ofrecer esta asignatura es un «servicio democrático».
Para Martínez Camino «la clase de Religión y moral católica no es catequesis, es teología que se debe dar en la escuela como la Historia y las Matemáticas. No es la fe lo que está en cuestión en la clase» y por eso debe evaluarse, porque si no «es un círculo cuadrado».
A su juicio, relegar la religión a lo privado es suponer que «el Estado se arroga la capacidad de decir qué es lo universal» y común a todos, y eso es caer en el totalitarismo, aunque tenga «una amable apariencia de tolerancia». Camino cree que «esto ha sucedido. Y cuando esto sucede, son todas las libertades y es todo el sistema democrático el que se pone en cuestión», comentó.
Por otra parte, y coincidiendo con la llegada de la Lomce al Congreso, ayer los cinco obispados gallegos emitían una carta pastoral en la que animaban a los padres que pidieron «el bautismo para sus hijos» a que pidan la enseñanza de Religión.
En el documento, que se hará llegar a colegios y parroquias, los obispos gallegos se dirigen a los padres para recordarles que «la enseñanza religiosa en los centros escolares no es ni una imposición de la Iglesia ni una concesión benévola del Gobierno», sino que se enmarca en «el requisito de una escuela de calidad» y en el derecho que tienen los padres a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.
Los obispos gallegos indican, además, que «los responsables de los centros deben garantizar el ejercicio activo de este derecho que asiste a los padres», ya que «familia, parroquia y escuela son ámbitos de formación cristiana que no se pueden considerar separados entre sí».
El 70 % de los alumnos de primaria y el 50 % de secundaria piden Religión.