Las discos móviles dan el salto a las fiestas con tarifas entre mil y tres mil euros
23 jul 2013 . Actualizado a las 12:56 h.El precio, la versatilidad del formato y de la oferta musical y su capacidad para seducir a los jóvenes han alimentado la irrupción en las verbenas de una nueva forma de disfrutar de las noches de fiesta: al ritmo de las discotecas móviles y de los disyoqueis. Recluidos en las cabinas de los locales de la movida hasta no hace mucho tiempo, los pinchadiscos se han hecho ya un hueco en las citas populares codeándose con las orquestas y aprovechando -o impulsando- el regreso de la juventud a unos escenarios más propicios en otras épocas para públicos más curtidos.
Las comisiones de fiestas, víctimas también de la crisis y de los recortes, han visto en estos negocios ambulantes, cuya horquilla de precios arranca por debajo de los mil euros y puede superar los tres mil -en función del despliegue de medios, gogós y extras (pirotecnia, espuma, etcétera) que demande el cliente-, una alternativa ideal para suplir a la segunda orquesta de la noche.
«Fuimos la primera de Galicia. De eso hace ya 11 años», cuenta con orgullo desde Tui Ramón Pereira, gerente de Electromiño, empresa matriz de la discoteca móvil Space Music. Según relata, la idea de amenizar las verbenas con un dj encaramado a la cabina de un escenario móvil se la trajo del sur de la Península, y aunque los inicios no fueron fáciles, «puesto que aquí hay muchas orquestas y mucha tradición», el formato ha terminado por triunfar y multiplicarse. «En la actualidad -precisa- en Galicia tengo contadas unas 17 o 18 discotecas móviles».
Una de ellas es la que gestiona Manuel Pazos, responsable también del local de igual apellido situado en A Laracha. Afirma que el éxito de esta fórmula no radica tanto en la crisis, sino «en la posibilidad de ofrecer una propuesta diferente». Las discotecas como Movemento son más versátiles, asegura el empresario. Así, detalla que estas fiestas rodantes pueden pasar sin problemas de los pasodobles y de las rancheras que demanda el público más veterano en el arranque de la verbena a la música de baile más actual con la que los jóvenes sacian su apetito sonoro y sus ganas de apurar la fiesta hasta altas horas.
El éxito creciente del formato se refleja también en casos como el de Fernando Ordóñez, que combina la gestión de locales tradicionales -un pub en Santa Comba y una discoteca en Vimianzo- con sus parientes móviles y que este año ha decidido ampliar este apartado del negocio.
A su discoteca móvil -montada en un gran escenario y que se desplaza con un tráiler- le ha sumado el Diskobus Factory, un autobús completamente reconvertido para ser el centro de la fiesta y que no escatima vatios de luz y de sonido. La música de ambas discos se dejará sentir este verano en un total de 60 fiestas, no solo por toda Galicia, sino también en localidades de Zamora y Valladolid.
Rodrigo Mato (DJ Roy) es uno de los disyoqueis que alterna las discotecas convencionales con las cabinas móviles y, según cuenta, el principal reto de estas últimas es el de enfrentarse cada noche a un público completamente diferente, aunque «nada mas abrir el telón y ver la reacción de la gente te acomodas enseguida». Incorporado ya a la caravana de artistas que recorren las fiestas gallegas cada verano señala también que las amistades que hace en cada verbena son la mejor parte de este floreciente negocio.
Ángel PALMOU