Más de cien figurantes transforman una aldea ourensana en un paisaje de pánico
04 ago 2013 . Actualizado a las 12:22 h.En el pueblo de Chaioso (Maceda), como en cualquier película de terror que se precie, el peligro siempre acecha por la espalda. Detrás de un palleiro, en la oscuridad de una casa abandonada o un banco de la Diputación de Ourense. Cualquier escondite es bueno para aterrorizar a los visitantes.
Durante dos noches al año la tranquila aldea ourensana se convierte en escenario de una «maldición que cada ano vai a máis», advierte Garrido, uno de los 120 figurantes y que en su caso se encarga de guiar al pequeño grupo de visitantes por el recorrido fantasma, entre callejuelas, fincas y palleiros repletos de muertos vivientes, militares llegados de Estados Unidos para poner fin a la plaga que acaba con la población femenina, exorcistas, niñas poseídas o enterradores.
Poco tardan en aparecer los disparos y las motosierras a tutiplén. Tampoco falta un contacto con el más allá a través de una güija o la visita a un espeluznante, por enxebre, orfanato de Chaioso.
Ningún detalle se deja al azar. Con un decorado digno de una película de presupuesto ajustado y un maquillaje más que realista, los veinte minutos que dura el recorrido están llenos de chillidos, sustos, tropezones y también alguna risa. Todo gracias a un elenco de 120 actores aficionados, entre los que se encuentra el alcalde de Maceda.
La lograda representación causa reacciones para todos los gustos. Desde las asustadizas parejas que visitan por primera vez el poblado fantasma hasta los adolescentes de la zona que entran seguros de sí mismos pero que salen con el susto en el cuerpo. Es el caso de un grupo de Baños de Molgas que ya trata por el nombre de pila a los figurantes. «Luis, aparta de ahí», le dice uno de los jóvenes a un muerto viviente que sale debajo de sabe Dios dónde.
Garrido, el experimentado guía que el resto del año es funcionario, sentencia que la valentía del grupo tiene mucho de fachada: «Vades de gallitos pero ides agarrados uns aos outros».