Los científicos esperan averiguar nuevos datos sobre la identidad del rostro más enigmático del arte
09 ago 2013 . Actualizado a las 21:11 h.Después de 300 años cerrada, la cripta familiar donde descansan los restos de la familia del rostro pintado más famosos del mundo, La Gioconda. La tumba situada detrás del altar mayor de la Santísima Anunciación, en Florencia, ha sido abierta para estudiar los restos del marido de la Mona Lisa Francesco di Bartolomeo del Giocondo y de sus hijos, y realizar una comparación genética mediante un examen de ADN.
Esta última investigación será determinante para el estudio de los restos mortales de la mujer retratada por Leonardo da Vinci que comenzó hace dos años por el Comité Nacional para la Valoración de los Bienes Históricos en coordinación con las excavaciones llevadas a cabo por las autoridades de la provincia de Florencia en el abandonado monasterio de Santa Úrsula.
En este lugar, se encontraron en marzo ocho esqueletos que fueron trasladados para su posterior investigación, pues esos restos podrían pertenecer a la época en la que se enterró a la Mona Lisa y ésta podría haber sepultada en 1542 en ese lugar.
Tres de esos esqueletos ya han sido sometidos a la prueba del carbono 14 y se sabe que podrían tener la misma edad que tuvo la italiana en el momento de su muerte. En palabras del responsable de la investigación, «los restos han sido sometidos a la prueba del carbono 14 para vislumbrar el periodo histórico al que pertenecen, a un examen histológico para verificar la edad de los cuerpos, a un test de metales pesados para individualizar la posible presencia de enfermedades y a unas pruebas de ADN»,
Por eso se espera comparar estos restos con las muestras genéticas de los familiares para poder esclarecer, de una vez por todas, la identidad de la Mona Lisa, la mujer más influyente y enigmática de la historia del arte.