Al arquitecto español le reclaman daños al erario público por 3,8 millones de euros por supuestos errores en el diseño de la pasarela
21 ago 2013 . Actualizado a las 22:00 h.Las autoridades judiciales italianas notificaron al arquitecto español Santiago Calatrava la citación para el juicio por daños al erario público por 3,8 millones de euros por supuestos errores en el diseño del puente que proyectó para Venecia y que se inauguró en el 2008. Según informa hoy el diario «La Nuova Venezia» en su edición digital, ha sido posible notificar la citación para el proceso que comenzará el próximo 13 de noviembre tras dos intentos fallidos.
Los 3,8 millones de euros corresponden a la suma calculada por el procurador del Tribunal de Cuentas de la región del Veneto, Carmine Scarano, en concepto de daños al erario público por supuestas carencias en el proyecto del puente. Una suma, a la que deberían añadirse los intereses, que Scarano pide que sea resarcida por Calatrava y otros tres responsables del proyecto por parte del consistorio veneciano, los exdirectores de Trabajos Públicos Roberto Scibilia, Salvatore Vento y Roberto Casarin.
Según la petición presentada el pasado marzo por Scarano «la realización del cuarto puente sobre el Gran Canal de Venecia (la pasarela diseñada por Calatrava) comportó un objetivo y desconsiderado aumento de los costes con respecto al presupuesto inicial». Añadió, asimismo, que el puente comportará para el futuro «un constante y desproporcionado desembolso económico por parte de la administración ya que la obra se ve afectada por una patología crónica, caracterizada por la necesidad de un seguimiento constante y continuas intervenciones, que no pueden atribuirse a operaciones ordinarias de manutención». «Se podría considerar que el puente constituye para la colectividad un daño duradero», concluyó.
La construcción del conocido como puente de la Constitución, que une la plaza de Roma con la estación ferroviaria de Santa Lucía, estuvo envuelta en la polémica desde los inicios del proyecto y sus costes fueron uno de los asuntos más controvertidos.En un primer momento se estableció un presupuesto de 3,8 millones de euros, que después se elevó hasta 6,7 millones, para acabar costando cerca de 11,2 millones de euros. A las críticas de su elevado coste se sumaron las de los retrasos en la construcción, puesto que en el 2002 se había fijado un plazo de poco más de un año para finalizar la obra.