El cometa ISON llega a su momento decisivo

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Si «el cometa del siglo» sobrevive a su acercamiento al Sol podría ser casi tan brillante como la Luna

28 nov 2013 . Actualizado a las 18:29 h.

El «cometa del siglo» se aproxima a la que probablemente sea su aventura más difícil. A penas un millón de kilómetros separan al cometa ISON de la superficie solar y si consigue ganarle la batalla a la gran estrella y sobrevive tras su acercamiento, es posible que el espectáculo sea sorprendente.

El 21 de septiembre del año pasado, el cometa ISON sorprendía a los científicos del Observatorio International Scientific Optical Network, un centro situado en Rusia que otorgaría el nombre al famoso cometa. Vitali Nevski y Artyom Novichonok fueron los culpables de dar a conocer al cometa ISON, el que pronto se revelaría como el evento astrológico más excepcional de las últimas décadas, un cometa notable de unos 5 kilómetros de diámetro que, según los más optimistas, podría llegar a ser tan brillante como la Luna llena.

Si el cometa ISON quiere estampar su rúbrica en una página importante de la historia y convertirse en uno de los eventos astronómicos más importantes de toda la humanidad, deberá poner en riesgo su propia existencia y acercarse demasiado al Sol, un hecho que podría llegar a romperlo en pedazos y hacer que se evapore completamente, lo que provocaría que se girara completamente la balanza y el cometa ISON pasara a ser el fiasco más grande de las últimas décadas.

La expectación, está servida. En este último año, esta masa de hielo ha ido ganando brillo y a lo largo del día de hoy y tras su contacto con el perihelio, el cometa ISON, alcanzará una temperatura de unos 2.500 grados y la principal consecuencia será una máxima luminosidad.

Si el cometa ISON sobrevive y continúa la trayectoria establecida, el día 26 de diciembre se podrá disfrutar de él desde la Tierra, ya que pasará a una distancia de unos 60 millones de kilómetros y en España será fácilmente visible -con un brillo muy similar al del planeta Venus- desde diciembre hasta principios de enero.

Aunque los expertos no se atreven aún a preveer el brillo que conseguirá, actualmente son muchos los que se aventuran a asegurar que el cometa ISON podría llegar a dejar imágenes tan espectaculares como las que dejó el McNaught a principios del 2007.

El astro es un enorme fragmento de roca que se estima tiene una antigüedad de 4.600 millones de años y tardó cinco millones de años en llegar desde el exterior del sistema solar al que pertence la Tierra hasta el Sol, explicó Alex Young, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard en Maryland, en una transmisión de la NASA recogida por la agencia DPA. «Lo que lo hace verdaderamente fascinante es que (el cometa ISON) es un fósil de una etapa temprana del sistema solar», añadió.

Halley o Hale-Bopp, otros cometas famosos

Otros cometas anteriores al ISON han conseguido hacer historia y ser el centro de la atención de la sociedad a lo largo de los últimos siglos.

El cometa Halley, un cometa grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada 76 años, es uno de los más conocidos y mejor documentados (los cronistas de imperios antiguos como el chino, el babilónico o la Europa Medieval ya hablaron de él). Su última observación data de 1986 y habrá que esperar hasta el 2061 para que su visita vuelva a suceder.

El 3 de abril de 1867 Wilhelm Tempel, descubría un nuevo cuerpo celeste que posteriormente sería bautizado con su nombre. El Tempel 1, sin embargo, tendría que esperar hasta el 2005 para conseguir pasar a la historia. El 4 de julio de este año la NASA enviaba la sonda espacial Deep Impact (la cual llegó a inspirar una película) con el objetivo de lanzar un proyectil que impactara contra el cometa. El brillo del cometa aumentó momentaneamente y una característica nube de gas y polvo se extendió unos 1.800 km alrededor del mismo.

Otro de los cometas que han conseguido pasar a la historia es el cometa Hale-Bopp uno de los cometas más estudiados y observados en el último siglo, y es que el enorme brillo de este cuerpo celeste permitió contemplarlo a simple vista durante más de un año y medio: fue conocido como el Gran Cometa de 1997. Hale-Bopp no dejó indiferente a nadie y fueron muchos los que le dieron más importancia de la que tenía. La secta Heaven's Gate incitó un suicidio en masa debido al rumor de una posible invasión extraterrestre tras el paso del famoso cometa.

El fin del mundo y otras teorías «descabelladas»

La llegada de un cometa lleva suscitando miedos y teorías conspiratorias desde el inicio de los tiempos, y son muchos los que, al igual que la secta Heaven's Gate, ya se han aventurado a crear toda una serie de ideas descabelladas alrededor del cometa ISON que reflejan un posible fin del mundo.

Un grupo de creyentes recuperaban unas palabras de Nostradamus para justificar su creencia sobre el fin del mundo, y es que al parecer, el gran profeta del siglo XVI advirtió que el último Papa «huiría de Roma, cuando el gran cometa viera la luz del día».

Además de Nostradamus, los Indios Hopi -cuyas profecías fueron publicadas por primera vez en 1959- también aseguraron que con la llegada de la estrella azul, los países serían «destruídos por calabazas de cenizas» que caerían al suelo, los ríos hervirían, la tierra se quemaría y aparecería una enfermedad que ningún medicamento podría curar; mientras que todos los refugios explican, serán inútiles, porque «los que estén en paz en sus corazones ya estarán en el Gran Refugio de la Vida».