Con este mensaje, que quedó grabado en el contestador, felicitó el pontífice las fiestas a las Carmelitas Descalzas del convento cordobés de Lucena
04 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El papa Francisco cerró el año sin defraudar a quienes le señalan como uno de los grandes protagonistas del 2013. La última sorpresa la dio el día de Nochevieja. «¿Qué andarán haciendo las monjas que no pueden atender? Soy el papa Francisco, quiero saludarlas en este fin de año, veré si más tarde las puedo llamar, que Dios las bendiga». Sor Adriana de Jesús Resucitado, priora de las Carmelitas Descalzas del convento cordobés de Lucena, no salía de su asombro cuando, al revisar las grabaciones del contestador del pasado martes, escuchó el mensaje. «Me quería morir», aseguró la religiosa.
La relación de Bergoglio con la congregación viene de su etapa como arzobispo de Buenos Aires. «Siempre se interesaba por nosotras», admite sorprendida. Poco antes del mediodía sonó el teléfono en el despacho de sor Adriana, pero nadie contestó. Más tarde llegó la esperada comunicación. Quince minutos de conversación que, gracias al manos libres, escuchó toda la comunidad. Francisco les envió ánimos y «se acordó de los que lo están pasando mal», dijo la priora.
Ayer, en una misa de los jesuitas en Roma el papa recordó que «el Evangelio se anuncia con suavidad y amor» y no «con bastonazos inquisidores».