Los provocativos maniquíes de la última campaña publicitaria de la cadena textil American Apparel abren un encendido debate, estético e higiénico, sobre la depilación de las zonas íntimas
23 ene 2014 . Actualizado a las 18:34 h.Como en algunas de las secuencias de las películas de los años 70 y 80 en las que, al desprenderse de su ropa, las actrices lucían ante la cámara pubis frondosos que, a día de hoy, resultan hasta perturbadores. De esta guisa lucían este fin de semana los nuevos maniquíes de la cadena textil estadounidense American Apparel, que añade así una nueva muesca a su lista de provocativas y controvertidas campañas publicitarias. Ese aspecto salvaje y descuidado del Monte de Venus de las modelos de plástico ha abierto un inesperado debate social alrededor de las ventajas y desventajas estéticas, y los beneficios e inconvenientes higiénicos, de la depilación íntima integral y parcial.
A la cruzada se han sumado además varios rostros populares, como Cameron Díaz o Gwyneth Paltrow, que parecen no mostrar ningún reparo en declarar públicamente que su postura se acerca más al estilo silvestre que al recatado recorte. La primera, precisamente, acaba de publicar un libro sobre el culto al cuerpo en el que, entre otras cosas, anima a dar total libertad al crecimiento del vello púbico. The Body Book cuenta con un capítulo, In Praise of pubes (Exaltación de los pubis), en el que aconseja abiertamente «mantenerlo completamente vestido». «Seamos honestos: como cualquier otra parte del cuerpo, tu labio mayor no es inmune a la gravedad. ¿Realmente quieres una vagina sin pelo para el resto de tu vida?», reflexiona la actriz.
El verano pasado, una periodista malagueña se cruzó de brazos frente a la tortura que, aseguraba, le suponía tener que depilarse. Su blog, en el que narraba su decisión de dejar de deshacerse del pelo en, al menos, piernas y axilas -no especificaba su postura sobre el vello en el pubis-, pronto se convirtió en un auténtico éxito en Internet, avivado por las fotografías adjuntas al texto de su aspecto. Su iniciativa reabrió entonces la eterna discusión sobre la depilación femenina.
La fotógrafa Petra Collins, fiel colaboradora de American Apparel, es otra de las abanderadas del pelo. Su caso es especialmente polémico porque en octubre del año pasado publicó en Istagram una fotografía propia en la que queda clara su pasión por esta nueva tendencia estética. La red social fotográfica censuró la imagen siguiendo un dudoso criterio que, sin embargo, le permite hacer públicas imágenes de ingles rasuradas hasta la mínima expresión.
El culto al pubis no es nada nuevo. Si hasta ahora primaban los impulsos por mantener esta zona bien acotada en cuanto al pelo se refiere -fe de ello da el tremendo auge de las demandas de depilaciones láser integrales-, en el habitual empeño de romper moldes la nueva inclinación apunta a la famosa frase que reza que igual que el hombre -y el oso-, cuanto más vello, más hermoso.