El CSIC crea una vacuna para un mal que ya se extiende por el Caribe
04 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Desde que reemergió en el año 2004, el virus ha infectado a millones de personas en África y Asia. Pero ahora no solo se ha extendido al Caribe, sino que amenaza con hacerlo también por Sudamérica. Es la artritis epidémica chikungunya, una enfermedad con síntomas parecidos a los de la malaria y el dengue, aunque con menor mortalidad, que en los últimos tres meses, desde su llegada a las Antillas y a otras islas vecinas, ha golpeado a 5.900 personas, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a activar la alarma.
El mal, que causa fiebre alta, fuertes dolores articulares, desórdenes cerebrales, trastornos neuronales y que puede provocar la muerte, ha sido calificada por la propia OMS como una enfermedad emergente y que está en expansión, sin que hasta ahora exista un tratamiento con virales para tratarla ni una vacuna para prevenirla. Aunque hasta el momento se han desarrollado varios prototipos vacunales, hasta el momento no se ha licenciado ninguno. El primero podría ser el desarrollado por el equipo de Mariano Esteban, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología y uno de los grandes expertos mundiales en vacunas. Suya también es una de las que se está probando contra el sida. En este caso, el medicamento candidato, según los resultados obtenidos tanto en animales como en sangre de donantes vivos publicados en Journal of Virology, protege completamente contra el virus. «Es la primera vez que se consigue un candidato vacunal con amplias propiedades inmunológicas relevantes en protección», explica Esteban.
Los prometedores resultados se obtuvieron inyectando solo una vez la vacuna. «En los países donde este virus es endémico sería preferible que solo hubiera que aplicar una o dos dosis y así prevenir su extensión», dice. El chikungunya afectaba inicialmente a la zona del océano Índico, pero desde que se produjo una mutación que le permite transformarse por los mosquitos tigre (Aedes albopictus) llegó a las costas mediterráneas y al Caribe hasta alcanzar la categoría de epidemia.