Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Amable Liñán: «El cambio climático es real y los políticos miran para otro lado»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Liñán, referente mundial en procesos de combustión, tiene una gran relación con Santiago.
Liñán, referente mundial en procesos de combustión, tiene una gran relación con Santiago. álvaro ballesteros< / span>

Liñán, premio Príncipe de Asturias, será investido «honoris causa» en Santiago

26 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Reflexivo, lúcido y crítico. Amable Liñán (Noceda-León, 1934) tiene la edad suficiente como para no cortarse en sus opiniones y una amplia sabiduría como para defenderlas con sólidos argumentos. Ingeniero Aeronáutico por el Instituto Tecnológico de California, profesor emérito en la Universidad Politécnica de Madrid, donde fue Catedrático de Mecánica de Fluidos, y profesor adjunto de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Yale, Liñán atesora un currículo apabullante que lo ha llevado a convertirse en el referente mundial en los procesos de combustión en los sistemas de generación de energía y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica. A su lista de reconocimientos se unirá el lunes el nombramiento como doctor honoris causa por la Universidade de Santiago, al que fue propuesto por el catedrático de Matemáticas Alfredo Bermúdez de Castro. También es miembro de la Real Academia de Ingeniería.

-Usted ya es «honoris causa» por cuatro universidades. ¿Le hace ilusión serlo también por la de Santiago?

-La distinción de Santiago me hace una ilusión especial porque viene de una Universidad con la que he tenido una relación muy estrecha durante muchos años y que ha sido muy fructífera para mí y para mi actividad investigadora. También porque viene de un grupo, el departamento de Matemática Aplicada, que tiene un interés especial por el desarrollo científico e industrial y que es muy singular, no solo en España, sino también en el mundo.

-Usted trabaja en reducir las emisiones en los procesos de combustión. ¿Es uno de los grandes retos?

-Es uno de los retos actuales más importantes, porque las emisiones de CO2 siguen creciendo y quizás lo sigan haciendo durante muchos años. Y lo hacen en un momento en que el cambio climático ha llegado a un punto crítico.

-Un problema que la crisis ha relegado a un segundo plano.

-Sí, la crisis lo ha hecho olvidar y los políticos lo que hacen es intentar favorecer al mundo financiero mientras puede ocurrir una catástrofe de la que luego nadie se hará responsable. Con la excusa de la crisis, de lo único que se preocupan es de que la bolsa siga creciendo y no se atienden a los problemas críticos que tiene la humanidad en estos momentos.

-¿El cambio climático es uno de ellos?

-Es un problema verdaderamente dramático. El cambio climático está aquí, es real, y los políticos miran para otro lado atendiendo a soluciones que en absoluto benefician a la humanidad.

-Pero se intentan aportar soluciones. ¿O no?

-Lo que se está aportando no son soluciones científicas. Los avances de la humanidad se deben a los descubrimientos científicos, pero los políticos toman sus decisiones por razones económicas, sin tener en cuenta las predicciones que hacen los científicos. También hace falta una reacción de los medios de comunicación y de la sociedad para presionar a los políticos. Y es necesaria una mayor concienciación social, porque estamos despilfarrando la energía.

-¿Y existe consenso entre la comunidad científica sobre el cambio climático y sus efectos?

-Los científicos tienen un acuerdo absoluto sobre el cambio climático, los que cierran los ojos son los políticos. Las decisiones que se están adoptando son esperar que ocurra la catástrofe. Hace unas semanas el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) presentó un informe con los signos certeros del cambio climático, acompañado de una lista de desastres para el caso de que no se tomen medidas. Nadie en el planeta se quedará sin verse afectado por su impacto.

-Usted defendió en varias ocasiones el uso de la energía nuclear para reducir emisiones de CO2. ¿Sigue pensando igual?

-Sí, sigo pensando lo mismo. Lo que no se puede es tomar decisiones como hizo Alemania con la moratoria nuclear.

-Usted, ahora como profesor emérito, sigue trabajando. ¿Cómo ve la situación de la investigación tras los recortes?

-Mal. La veo muy mal. Nos hemos acostumbrado al cuento de la lechera y todavía estamos viviendo de él. Y con eso no se arreglan los problemas. Hace unos días vi un programa sobre emprendedores en televisión española en el que se decía que se podían resolver problemas sin conocimiento de ningún tipo. Y eso es lo que les interesa vender, en hacer pensar a la gente que si aquí no se tiene ciencia se puede comprar fuera y problema solucionado. La gente lo que tiene que hacer es reflexionar. Falta reflexionar.