Puede ocasionar un hematoma subdural crónico, una acumulación de la sangre vieja y de sus productos de descomposición entre la superficie del cerebro y su capa más exterior
04 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El movimiento es casi instintivo y forma parte de la liturgia más enraigada del heavy metal. Nada más escuchar los primeros acordes cualquier fan que se precie se agarra a una guitarra imaginaria y empieza a mover espasmódicamente la cabeza al ritmo de la música. Es una imagen típica y tópica en los conciertos, pero se trata de una práctica de riesgo para la salud. En concreto puede ocasionar un hematoma subdural crónico, una acumulación de la sangre vieja y de sus poductos de descomposición entre la superficie del cerebro y su capa más exterior. El caso acaba de ser descrito en la revista científica The Lancet por un equipo de médicos alemanes que detectaron esta forma de traumatismo craneal en un paciente de 50 años que había asistido a un concierto de la banda británica Motorhead y que después de la actuación estuvo dos semanas con dolor de cabeza que le fue empeorando de forma constante.
Otras lesiones
Aunque generalmente se considera inofensivo, existen lesiones relacionadas con el headbanging, el nombre que recibe la práctica de sacudir violentamente la cabeza al ritmo del heavy, que incluyen disección de la arteria carótida, latigazo cervical, enfisema mediastínico (cuando el aire se filtra de las vías respiratorias hacia el mediastino, situado en el centro del tórax), y fractura de un hueso del cuello. El caso que aparece en The Lancet es el primero que evidencia que esta práctica puede causar hematoma subdural crónico.
«Este caso sirve no solo para confirmar la reputación de Motörhead como uno de los grupos de música más duros, sino también para mostrar el potencial peligro para los fans de sufrir una lesión cerebral al practicar headbanging», explica Ariyas Pirayesh Islamian, el coordinador del estudio y miembro de la Escuela de Medicina de Hannover.
Una tomografía computarizada craneal confirmó que el paciente tenía un hematoma subdural crónico -que comienza varias semanas después del primer sangrado- en el lado derecho de su cerebro. Los cirujanos extrajeron el coágulo de sangre a través de un agujero realizado con un trépano, un instrumento quirúrgico en forma de broca para realizar agujeros en el hueso. Luego los médicos le drenaron la herida y al rockero alemán ya no le duele la cabeza.