El religioso español en Liberia, Miguel Pajares, tiene ébola

La Voz EUROPA PRESS | EFE

SOCIEDAD

Atlas TV

Se ha descartado que la hermana Juliana Bohi, de origen guineano y con pasaporte español, padezca la enfermedad

19 jul 2021 . Actualizado a las 18:20 h.

El religioso español Miguel Pajares, aislado en el hospital San José de Monrovia de Liberia, tiene ébola, según ha informado la organización Juan Ciudad ONGD tras conocer los resultados del examen realizado este lunes. También han dado positivo las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, Inmaculada Concepción Chantal Pascaline Mutwamene (congoleña) y Paciencia Melgar (guineana). Respecto al estado de salud de las otra religiosas española, la organización Juan Ciudad ONGD ha descartado que la hermana Juliana Bohi, de origen guineano y con pasaporte español, presente los síntomas característicos del ébola, tal y como se informó ayer, dado que su estado ha mejorado.

«Juan Ciudad ONGD comunica que la situación en el Hospital San José de Monrovia donde se encuentran seis personas aisladas desde el pasado viernes 1 de agosto es grave», asegura la ONGD en un comunicado. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ya ha comunicado esta información a los Ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación, y de Sanidad en España y, próximamente informará sobre las medidas que se van a tomar y que se están estudiando.

El hermano Pajares, junto a otros seis compañeros permanecen aislados en el Hospital San José de Liberia desde el pasado viernes. En este hospital falleció el pasado sábado su director, el hermano Patrick Nshamdze, tras haber contraído el ébola. El hospital está cerrado desde entonces.

«Abandonado» en Liberia

Horas antes de conocerse el resultado, el religioso español, que se encuentra aislado en Liberia a la espera de confirmar si ha sido infectado por el ébola, explicó este martes a EFE que se siente «abandonado» en el país africano, por lo que espera ir a España para recibir una atención sanitaria adecuada. «Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda», afirmó Pajares en declaraciones por teléfono. Con voz muy débil y entrecortada, el religioso toledano, de 75 años, explicó que tiene fiebre alta desde hace días y que se encuentra «francamente mal. Soy incapaz de levantar cabeza».

Miguel Pajares permanece aislado junto a otras religiosas en el hospital San José de Monrovia, cerrado después del fallecimiento de su director a causa del ébola. «Deseamos que se llegue a alguna solución para que nos lleven a España, aunque sé que es muy complicado porque habría que fletar un avión. Y no es nada fácil», reconoció.

El religioso se encuentra ahora a la espera de conocer el resultado de las pruebas que se le realizaron este lunes para confirmar si realmente ha sido contagiado por el virus del ébola. «Estamos pendientes, porque se supone que ya deberían estar los resultados. Pero no saben nada todavía», añadió.

La hermana Catherine, natural de Togo y que se encuentra en Monrovia junto a Pajares y a las otras religiosas, contó a Efe que el hospital en el que se encuentran «está cerrado. No hay enfermos. No hay nadie. Sólo quienes se acercaron al hermano que murió». «No sabemos qué hacer. No tenemos ayuda del Ministerio de Sanidad de Liberia», añadió.

75.000 personas piden traer a España a Miguel Pajares

Cerca de 75.000 personas han firmado ya, a través de una change.org, una petición al Ministerio de Asuntos Exteriores y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que se traslade a España al religioso español Miguel Pajares. «Repatrien desde Liberia a trabajadores sanitarios que han tenido contacto con casos de ébola y que están aislados» es la petición iniciada el pasado domingo en la plataforma por Roberto Míguez, periodista y amigo de los religiosos.

En la petición, que alrededor de las 19.00 horas han firmado 74.479 personas, se reclama que se repatríe desde Liberia a los trabajadores sanitarios, del mismo modo que hizo Estados Unidos el pasado 2 de agosto con dos ciudadanos que habían contraído el virus. «La situación en Liberia es de total descontrol. La Administración pública no proporciona al personal sanitario las medidas de protección necesarias, muchos trabajadores de la salud han abandonado sus puestos de trabajo por miedo al contagio, los tests a las personas con síntomas no cubre las necesidades, varios centros hospitalarios han cerrado y otros se niegan a admitir pacientes, los enfermos y sus familias ocultan los síntomas», explica Míguez en el texto.

Colonia de 30 españoles en Liberia

El Gobierno de Liberia está llevando a los pacientes que dan positivo a un centro a las afueras de Monrovia, pero al estar el Hospital San José de Monrovia clausurado, ellos han pedido que en caso de tener el virus no se les traslade porque hay personal voluntario del centro dispuesto a atenderles. Por ahora, los religiosos están recibiendo tratamiento sintomático. Además, la ONGD envió el viernes dos cargamentos aéreos con materiales hospitalarios para la protección y aislamiento del personal sanitario, que están llegando en esta semana.

La colonia española en Liberia ronda las 30 personas, en su mayoría religiosos y cooperantes. Como consecuencia de la crisis actual de la fiebre del ébola, Exteriores desaconseja viajar a Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry. El Ministerio sigue con atención la evolución de la enfermedad en estos países. En Guinea Conakry es donde hay una mayor colonia de españoles, en torno a unos 160, mientras que en Sierra Leona los españoles inscritos en el Registro Consular apenas superan la veintena.

Más de 880 muertos

Liberia es uno de los países más afectados por el brote de ébola, con 468 contagios y 255 muertes desde marzo. Según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud, el brote de ébola en África Occidental ha infectado ya a 1.603 personas, de las cuales 887 han muerto.

El ébola -que se transite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y llega a tener una tasa de mortalidad del 90 %.