
Cientos de ciclistas gallegos se juegan el tipo en la carretera a la hora de ir a las playas
11 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La llegada del verano supone también el incremento en el flujo de los desplazamientos en dirección a los arenales gallegos. Y los ciclistas no son una excepción. Profesionales y amateur de la bicicleta aprovechan también el buen tiempo para disfrutar de una jornada playera. Pero en sus viajes cortos a los arenales se topan con serias dificultades. Al denso tráfico hay que añadirle vías inadecuadas, conductas incívicas, pocos carriles bici y un constante peligro en la vía que puede terminar en accidente.
La situación es complicada en cualquier punto de Galicia. En el norte, la comarca ferrolana, de playas tan concurridas como Doniños, Ares, Valdoviño o Limodre, los ciclistas constatan que gran parte de sus rutas son deficientes. Para Borja, del Club BTT de Fene, el mayor problema es el mantenimiento de las vías. Entiende que los ayuntamientos ahora no quieran gastar dinero debido a la crisis, lo que conlleva que algunos tramos de carreteras y caminos públicos se hallen en estado de abandono.
Los integrantes del club de Fene frecuentan los arenales de Limodre y Río Castro y, asegura Borja, muchas veces «somos nosotros quienes realizamos las tareas de acondicionamiento de las vías de manera desinteresada».
Otra de las barreras que se topan los ciclistas en Ferrolterra es el excesivo tráfico rodado. «No disponemos de mucho arcén y los que hay son estrechos», dice Borja. Cuando toman dirección Covas, Esmelle o Doniños tienen dos opciones: cruzar el puente de As Pías o circunvalar la ría por los municipios de Neda y Narón. As Pías supone un auténtico peligro. Al viento constante hay que añadirle que los pescadores de caña ocupan gran parte del escaso arcén por el que pueden circular. «Yo siempre evito As Pías aunque tenga que dar más vuelta por Xuvia», sentencia Borja. Sí que existen algunos tramos de carril bici en la zona, caso de los paseos de Covas y Esmelle, sin embargo, el aumento del parque de bicicletas no va parejo con el de kilómetros de vías exclusivas.
Una situación semejante es la que denuncian desde Vigo. Si que hay un carril bici que conecta la ciudad con las playas de su área de influencia, aunque dicha vía es muy peligrosa pues va paralela a una carretera de primer orden y han sido muchos los accidentes en los que los ciclistas han estado involucrados. Los colectivos denuncian que este carril es deficiente por su mala señalización y, sobre todo, por ser compartido por los peatones. Fernando Vicente, del club ciclista Traviesas, cree que hay una serie de puntos negros en la misma ciudad en dirección a los arenales. Menciona la avenida de la Florida, el colapsado Camiño do Lagares y los problemas que se generan en las intersecciones con las avenidas de Madrid y Castrelos. Vicente considera que Vigo adolece de vías específicas para ciclistas y recomendaría que fueran habilitados carriles en Gran Vía, Beiramar, Camelias, Venezuela y Pizarro.
El área de A Coruña presenta igualmente deficiencias. La ciudad goza de varios kilómetros de carril bici, pero gran parte de su trazado no está interconectado. El de Oza es un oasis aislado. El del paseo marítimo en el Orzán y Riazor no está bien definido. Así lo comenta desde el colectivo ciclista Plato Fondo su presidente, José Luis Leis Correa. El directivo del club coruñés califica de «auténtica locura viajar en bici por la comarca». Señala con un gran punto negro la avenida de Alfonso Molina, al que sigue otro más grande si cabe: el puente de A Pasaxe. El tráfico constante, el aire de costado y la falta de arcenes y aceras no transitables hacen de este puente un lugar peligrosísimo para los ciclistas que van a las playas de Santa Cristina, Santa Cruz, Mera o Sada.
Leis cree además que los carriles bici existentes, caso de Oleiros, son mejorables. Sí que puntúa mejor los más modernos de Arteixo que discurren en dirección a Valcobo y Barrañán. Tino Ares, coordinador del Club Ciclista Cambre coincide con Leis, y añade que los arenales no están del todo preparados para las bicicletas. Los puntos de aparcamiento están muy alejados de los bañistas y los robos de vehículos son bastante habituales.
El plan de unir en el 2015 todos los carriles para bicicletas de la comarca herculina y crear nuevos tramos entre los concellos limítrofes dibujará un mapa de casi 80 kilómetros para los cicloturistas. Queda por saber si esto será o no una realidad.