![La subdirectora general de la OMS, Marie-Paule Kieny, da una rueda de prensa tras la reunión del Comité de Ética de la Organización Mundial de la Salud](https://img.lavdg.com/sc/USDeMg_p5uOpjfvK3L8z2Rz6gjo=/480x/2014/08/12/00121407853381929566191/Foto/efe_20140812_130617804.jpg)
La organización no aclara quiénes recibirán las muestras de los fármacos contra el virus
12 ago 2014 . Actualizado a las 20:19 h.La comunidad médica internacional aprobó este martes el uso de tratamientos no homologados contra el ébola. «Ante las circunstancias de la epidemia y bajo reserva de ciertas condiciones, el comité concluyó que es ético ofrecer tratamientos -cuya eficacia no ha sido aún demostrada y se desconocen sus efectos secundarios- como potencial tratamiento o de carácter preventivo», explicó la subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Paule Kieny en una rueda de prensa, aunque enfatizó que se deben respetar ciertos criterios éticos. Estos tienen que ver con el respeto de la voluntad y dignidad del paciente, así como con el deber de compartir toda información científica que se recopile.
Kieny agregó que su organización está ayudando a que expertos entablen contacto con las compañías que trabajan en tratamientos del ébola «para ver en qué condiciones podrían (los medicamentos) ser puestos a disposición». La OMS dejó sin respuesta la gran pregunta sobre quiénes tendrán prioridad para recibir las muestras de fármacos que están desarrollando los laboratorios. «No estamos involucrados en la discusión de quién debe recibir qué droga o en qué momento», explicó la subdirectora general. Para responder a esa cuestión, Kieny adelantó que la OMS volverá a convocar a su Comité de Etica antes de fin de mes para que determine qué prioridad deberían aplicar los países en la administración de los escasos tratamientos disponibles. Muchos opinan que la prioridad debería darse al personal sanitario, como una cuestión de reciprocidad al haber puesto sus vidas en peligro para atender a los enfermos. Sin embargo, otros creen que las familias -incluso las comunidades- tienen tanto derecho como los sanitarios porque ellas también se expusieron a la enfermedad para brindar a los enfermos los cuidados que necesitaban.
Además, también aseguró que sigue recomendando las medidas clásicas de salud pública para controlar el brote de ébola en Africa Occidental y pidió no poner esperanzas desmedidas en tratamientos o vacunas experimentales. La subdirectora general aclaró que con la aprobación del uso de fármacos «no pretendemos dar esperanza de que la gente puede ser tratada ahora», sino alentar a que se acelere su desarrollo.
A finales de septiembre
Asimismo, la OMS aseguró que los ensayos clínicos de las potenciales vacunas contra el ébola comenzarán a finales de septiembre. Kieny señaló que hay dos vacunas en desarrollo, además de varios tipos de medicamentos de dos diferentes tipos. Agregó que, en el caso de las vacunas, se espera tener «información preliminar, pero suficiente, sobre su seguridad en humanos para fin de año».
Aunque, ninguno de estos fármacos han sido probados en humanos, algunos han mostrado ser eficaces en primates, comentó la subdirectora general de la OMS. De los dos tipos de medicamentos contra el ébola que se desarrollan en los últimos años, uno corresponde a un suero que contiene una selección de anticuerpos obtenidos de pacientes convalecientes. El más conocido es el Zmapp, que se administró a dos cooperantes estadounidenses infectados en Liberia, Nancy Writebol y Kent Brantly, quienes han respondido positivamente al tratamiento. El español Miguel Pajares -fallecido este martes- también llegó a recibir algunas dosis de este medicamento de última generación. Kieny informó de que las existencias de ese fármaco experimental están agotadas.
Además, hay más de tres medicamentos adicionales que se investigan y que pertenecen a la categoría de antivirales, pero que nunca han sido probados en personas, sino únicamente en primates, sobre lo cuales han mostrado «una eficacia convincente», declaró Kieny. «El objetivo es llevar el producto prometedor a ensayos clínicos tan pronto como sea posible para evaluar científicamente su seguridad y ver si la respuesta en humanos es similar a la que se ha visto en monos», precisó.