Madrid no dio marcha atrás en su decisión de sacrificar al perro de la infectada por ébola y la llevó a cabo pese a las protestas de los animalistas
09 oct 2014 . Actualizado a las 14:03 h.De nuevo la confusión fue la reina ayer en una larga jornada trufada de incidentes, que se saldó con dos activistas heridos. Pese a que la esperanza se mantuvo hasta el final, a las 18.30 de la tarde, Excalibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada con ébola, y su esposo, Javier Limón, salió de la casa de sus amos en un furgón del Servicio Veterinario de Urgencia de la Universidad Complutense, rumbo a la incineradora de Paracuellos del Jarama.
De nada sirvió la presión que en el exterior de la urbanización, ubicada en la localidad madrileña de Alcorcón, ejercieron desde el martes más de medio centenar de activistas pro derecho de los animales. Excalibur recibió una inyección que acabó con su vida en el interior de su casa, en algún momento a partir de las 16 horas, última vez que se le vio asomado a la terraza.
Su amo, antes de ser ingresado el pasado lunes, había dejado abierto un saco de pienso de 15 kilos, la bañera llena de agua y también abierta la puerta de la terraza, para que el animal pudiera sobrevivir en ausencia de la pareja, internada en el hospital Carlos III.
Tendencia en Twitter
Pero desde que el martes la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid decidiera sacrificar al perro, argumentando razones de salud pública ante un posible riesgo de contagio del virus por parte del animal -no se sabía, sin embargo, si estaba infectado- ninguna de las acciones puestas en marcha para salvarle la vida, capitaneadas por el propio Limón desde el hospital, a través de las redes sociales, fue capaz de parar la maquinaria administrativa. Tanto es así, que el juez desestimó en la mañana de ayer dos recursos presentados por los propietarios para impedir la eutanasia.
Las redes sociales se movilizaron desde el primer momento, y la etiqueta #SalvemosaExcalibur se convirtió en la principal tendencia en Twitter, con casi medio millón de tuits a última hora de ayer.
Incidentes y dos heridos
Paralelamente a la actividad virtual, complementada con una campaña de recogida de firmas en change.org, en el exterior del domicilio de Excalibur, voluntarios y miembros de organizaciones como el Partido Animalista (Pacma), hicieron una sentada desde la tarde del martes. La mantuvieron toda la noche y, a primera hora de la mañana de ayer, ya rodeados de antidisturbios (se desplazaron siete furgones), trataron de impedir el acceso de ambulancias, coches de bomberos y otros vehículos oficiales que se desplazaron al inmueble con el mandato de eliminar al animal y desinfectar la casa y las zonas comunes del edificio y la urbanización. Gritos de «asesinos» y consignas contra la ministra Ana Mato se sucedieron en los enfrentamientos, que acabaron con una mujer y un joven trasladados al hospital.