El marido de Teresa Romero al consejero de Sanidad: «No estaba tan mala, solo tenía ébola»

La Voz REDACCIÓN

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Javier Limón pide a Javier Rodríguez que «tenga pundonor y dimita»

14 oct 2014 . Actualizado a las 09:05 h.

Javier Limón, marido de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería hospitalizada por ébola, ha pedido al consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, que «tenga pundonor y dimita» tras culpar la semana pasada a la sanitaria de su contagio y de mentir sobre su fiebre. «No amigo, no estaba tan mala, solo tenía ébola», asegura en una carta dirigida a Rodríguez y leída a los periodistas por Teresa Mesa, amiga íntima de la pareja, a las puertas del hospital Carlos III, dónde se encuentran ingresados ambos.

El marido de la sanitaria explica en su misiva que se dirige al consejero para que «desde su ignorancia de soldador» le explique «cómo se pone un traje, ya que desgraciadamente mi mujer no ha hecho un master». «Teresa ha tenido media hora o poco más para aprenderlo a través de una compañera, y una vocación y humildad de la que usted carece», admite el marido de la sanitaria.

Javier Limón le reprocha con esta carta las diferentes salidas de tono del consejero de Sanidad madrileño durante los primeros días tras el ingreso de Teresa Romero. «Dice usted que nos fuimos de vacaciones, y que no estaría tan mala (no amigo, no estaba tan mala, solo tenía ébola) y que se fue a la peluquería. Mire usted, señor consejero de sanidad, nadie dijo que no pudiéramos hacer lo que hicimos, entre otras cosas porque el protocolo no nos dijo que no se pudiera hacer. Ahora sé que en otros países se pone en cuarentena a los sanitarios después de tratar a un paciente de ébola», asegura el marido de la auxiliar gallega.

Asimismo, también intenta buscar explicación a los fallos en el protocolo de seguridad ya que sí no se hubieran producido «mi mujer posiblemente no estaría debatiéndose entre la vida y la muerte, Excálibur estaría vivo, y todas las personas, incluido yo, que estamos aislados, no estaríamos en un peligro potencial ante la enfermedad». Javier Limón asegura en su carta al consejero de Sanidad que no está ni bien comido ni bien bebido ya que «mi mujer se debate entre la vida y la muerte y ya no me quedan líquidos de tanto llorar». «Lo único que estoy bien, es bien fastidiado, pero a diferencia de usted, señor consejero de sanidad, le tengo un gran respeto, cosa que usted no ha tenido por Teresa», admite la pareja de la sanitaria.