Marruecos decreta cuatro meses de cárcel a dos hombres por besarse en público

La Voz

SOCIEDAD

Los arrestados, que afirmaron conocerse pero negaron tener una relación sexual, fueron detenidos por un «flagrante delito» y acusados de «homosexualidad y obscenidad»

19 jun 2015 . Actualizado a las 20:32 h.

 El Tribunal de Primera Instancia de Rabat condenó hoy a cuatro meses de prisión a dos hombres marroquíes acusados de «homosexualidad y obscenidad» por besarse cerca de un emblemático monumento de la capital.

Según informó hoy a Efe su abogada defensora, Jadiya Rogani, Lahcen y Mohsine también fueron condenados a pagar una multa de 500 dirhams (unos 48 euros).

Los dos hombres fueron detenidos el pasado 3 de junio en la explanada de la Torre Hasán, un día después de que dos activistas francesas del movimiento feminista Femen se fotografiaran en ese mismo lugar desnudas de cintura para arriba y con lemas contra la homofobia.

Sin embargo, fuentes cercanas al caso afirmaron que la presencia de los dos hombres en la Torre Hasán no tuvo ninguna relación con la acción de Femen y se trató de una simple coincidencia.

Las fuentes indicaron que Lahcen y Mohsine tenían previsto acudir a un concierto en Rabat, en el marco del festival Mawazine, el más popular del país, y decidieron acercarse a la Torre Hasán y fotografiarse juntos.

Los informes policiales apuntan que fueron arrestados cuando se besaban en «flagrante delito» y fueron perseguidos por los artículos 483 (ultraje contra el pudor) y 489 (que criminaliza la homosexualidad).

La defensa de los dos acusados negó en todo momento la existencia de un «flagrante delito», y por su parte los condenados admitieron durante el proceso que se conocían pero negaron tener una relación sexual.

Asimismo, los dos hombres aseguraron que las confesiones que firmaron fueron realizadas sin que la policía les dejase leer el documento.

La homosexualidad no solo está castigada penalmente en Marruecos, sino que además es motivo de una gran reprobación social, como en el resto del mundo musulmán.

Defensa de los homosexuales, no de la homosexualidad

«En este país no se admite el derecho a la diferencia», lamenta la abogada Jadiya Rogani, que ha ejercido la defensa junto con otro colectivo de abogados de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en el juicio en el que hoy fueron condenados dos jóvenes marroquíes a penas de cuatro meses de prisión y 500 dirhams (unos 48 euros) de multa por besarse en público.

Según Rogani, la mayoría de los abogados y los mismos ciudadanos juzgados por el artículo 489 se niegan a plantear en los tribunales una defensa abierta del derecho a la libre opción sexual y centran sus estrategias en negar que los acusados, más allá de sus tendencias, estuvieran efectivamente practicando sexo.

En muchos de los casos los abogados prefieren negar la condición sexual de los defendidos y centrar sus estrategias en alguna clase de error policial en el momento de la detención de los implicados.

Además, cuanto más lejos se encuentra el lugar de los hechos de la costa atlántica (el «eje moderno» del país que va de Tánger a Casablanca), más difícil es encontrar a abogados dispuestos siquiera a defender a acusados por «desviación sexual».

No es de extrañar que las asociaciones que defienden a los homosexuales trabajen en la más absoluta clandestinidad, no solo porque van contra la ley sino porque es muy difícil que cuenten con apoyo social o incluso familiar.

La reprobación de la homosexualidad tiene raíces religiosas: el Corán, como la Biblia y la Torah, condena específicamente la homosexualidad al relatar la historia de Lot en Sodoma, ciudad en la que los habitantes «se allegaban a los hombres en lugar de a las mujeres», por lo que fueron castigados con una lluvia de fuego. En la práctica totalidad de países musulmanes la homosexualidad está perseguida y condenada; en Marruecos, donde se debate actualmente una reforma del Código Penal con criterios supuestamente menos restrictivos, la homosexualidad no solo no va a ser despenalizada, sino que el Gobierno pretende aumentar las multas asociadas a las penas de cárcel.