Colombia y El Salvador piden que las mujeres atrasen su embarazo por el zika

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PATRICE COPPEE | AFP

El brote del virus en América, llegado de Polinesia, causa microcefalia en recién nacidos

22 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

América Latina está expectante con la evolución del virus zika, que si en general no cursa de forma grave, en el caso de las embarazadas supone un peligro añadido porque puede provocar microcefalia en los fetos. Por eso, el Gobierno colombiano ha recomendado a las mujeres «no embarazarse durante esta fase, que puede ir hasta el mes de julio del 2016», según un comunicado de Sanidad. El Ministerio de Salud de El Salvador se sumó a la advertencia y pidió lo mismo a sus nacionales.

Una solución tan radical se justifica por lo que ocurre en el vecino Brasil. Si hasta el 2014 nacían de 100 a 120 bebés con microcefalia, desde mayo del 2015 al pasado 16 de enero se habían contabilizado 3.893 casos en 760 ciudades de 21 estados de Brasil. De estos, 49 bebés murieron a las pocas horas de nacer. «La epidemia de microcefalia causada por el virus zika será una de las más graves de la historia de la salud brasileña. Millares de niños tienden a nacer con una disminución importante del cerebro, lo que conlleva daños mentales severos, crisis convulsivas y dificultades motoras para el resto de sus vidas», escribió el médico y diputado federal Osmar Terra en un diario, según DPA.

En Colombia, las mujeres cuyo feto sufra microcefalia podrán abortar -el aborto está despenalizado en los mismos tres casos que en España hasta el 2010- pero el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó a la cadena de radio RCN que «no todos los casos en los que hay zika tienen malformación congénita. Y dio datos: 560 mujeres en embarazo enfermaron del virus del zika, de las cuales 106 ya tuvieron a sus hijos. Los recién nacidos están bajo observación, aunque Ruiz dijo que los problemas neurológicos pueden no ser advertidos hasta dentro de varios meses. Otras fuentes aseguran que ya hay casos de microcefalia por zika en el país, y el primer bebé que nació con este problema en Estados Unidos -en Hawái- se contagió durante la gestación mientras su madre estaba en Colombia, y el primer caso de zika en Israel es también de una niña de dos años recién llegada de Colombia.

Desde el Pacífico Sur

El virus no ha llegado directamente de África, donde se identificó por primera vez en 1947, sino desde la Polinesia francesa. Según publicaba ayer la revista The Lancet, el genotipo asiático se localizó por primera vez en 1966 en Malasia, y la cepa americana actual está vinculada a la que apareció en la isla de Yap, (las Carolinas, frente a Filipinas) en el 2007. De ahí pasó a Tailandia y, de isla en isla, alcanzó las Salomón, las Cook y la Polinesia francesa, hasta llegar a la isla de Pascua (Chile). Los siguientes casos ya se dieron en el continente americano.

La primera vez que se detectaron problemas graves fue en la Polinesia. Allí hubo 8.750 afectados, y 74 sufrieron complicaciones neurológicas (meningoencefalitis) y autoinmunes (leucopenia, pocos leucocitos en sangre). También se dieron casos de microcefalia en fetos y recién nacidos, pero hasta que el virus saltó a Brasil las alarmas no se desataron, y en noviembre se estableció la relación entre ambos después de cinco autopsias.

El primer trimestre es el más peligroso, y el patógeno apenas da síntomas¿qué es?

El zika es un virus que se transmite por un insecto, el mosquito Aedes aegypti -que es vector del chikungunya y el dengue- y también se contagia por la picadura del mosquito tigre (Aedes albopictus), aunque este en menor medida. Como ambos insectos pican de día, el sistema de mosquiteras protectoras, que tan buen resultado da en el caso de la malaria y el nocturno Anopheles, no es útil.

Entre personas infectadas el virus se transmite también por vía sexual y sanguínea, pero los contagios son mucho menos frecuentes.

Para las gestantes el principal problema se centra en el primer trimestre, ya que según estudios realizados en Brasil es el momento en que las mujeres son más propensas al contagio. Es además especialmente peligroso para el feto, ya que en ese momento puede interrumpir el crecimiento natural del cerebro.

Las mujeres embarazadas apenas tienen síntomas de la enfermedad, por lo que muchas veces ni siquiera saben que pueden contagiar a su hijo. En el caso del zika, igual que pasa con el chikungunya y el dengue, no hay ni vacuna ni tratamiento.

Si una mujer embarazada se contagia de chikungunya no tiene por qué transmitírselo al feto, si bien puede contagiarle si en el momento del parto ella está pasando la fase aguda de la enfermedad. En el caso del dengue, el embarazo suele acabar en aborto o parto prematuro, y aunque se registraron casos de contagio por la placenta, estos han sido muy aislados (solo hay ocho).

Solo la malaria provoca problemas parecidos al zika, con casos de microcefalia, aunque sobre todo bajo peso al nacer.

Crecimiento irregular

Si la infección ocurre al principio del embarazo, se produce una inflamación en el cerebro del feto que deja cicatrices. Son áreas muertas, calcificadas, y el cerebro crece de forma desorganizada.