
Alega que la reserva de la Agencia Española se guarda por si surge alguna emergencia en humanos. Los laboratorios aseguran no tener problemas para atender peticiones
21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) deniega desde hace unos meses la medicación de origen extranjero para atender a mascotas que padecen enfermedades graves, fundamentalmente tumores.
Este problema fue detectado por los responsables de la farmacia del Hospital Veterinario Rof Codina de Lugo, que solicitaban habitualmente el tratamiento que precisaban para atender a alguno de sus pacientes, sobre todo perros y gatos.
Esta farmacia, única en España dentro de una Universidad, que dispone de la misma licencia que la de un hospital, solicitaba desde al año 2011 la medicación que precisaba al AEMPS. «Nunca habíamos tenido ningún problema y siempre nos sirvieron todo lo que les pedimos», explicó su responsable, Cristina Carrera.
El proceso habitual que siguen es solicitar vía telemática al AEMPS el medicamento que precisan. Su petición es primero supervisada por los responsables de la división de veterinaria y, una vez aceptada, también tiene que pasar el filtro de la división humana. Lo habitual es que el proceso se complete en unos diez días.
El procedimiento siempre funcionó a la perfección y por ello muchas clínicas y profesionales de toda España consultaron con el Rof Codina para emular su manera de trabajar. «Somos un centro de referencia que recibimos sugerencias de todo el país y considero que todo lo que podamos ayudar a otros profesionales es positivo, por eso no nos importó difundir el sistema para que otros pudieran beneficiarse», expresó Cristina Carrera.
Deniegan un antitumoral
La sorpresa para esta farmacéutica lucense se produjo a finales del mes de febrero cuando una compañera de una clínica le comunicó que le habían denegado el permiso para comprar un antitumoral que precisaba para administrar a un perro alegando desde el AEMPS que no disponían de reserva suficiente y que la que tenían la guardaban por si surgía una emergencia en humanos. «Nos extrañó mucho que no autorizaran esa solicitud, algo que no había sucedido nunca, por lo que recomendé a mi compañera que volviera a solicitarlo y así lo hizo».
La segunda solicitud pasó el filtro de la división de veterinaria, pero no lo logró con el de humana. Lo peor, según explica Cristina Carrera, no fue el rechazo de la petición, sino el tono de la respuesta de uno de los dirigentes de la AEMPS que dice literalmente. «Mientras se mantenga esta situación y dada la creciente demanda de citostáticos (medicinas para tratar el cáncer) para uso veterinario, si no disponemos de un amplio stock del medicamento nos reiteramos en la decisión adoptada y lamentamos exponerle que la situación es la que es y que puede ser similar para todos los propietarios de las mascotas».
Los responsables de la farmacia lucense, así como otras personas de clínicas privadas no se conformaron con la respuesta oficial e investigaron si los laboratorios que sirven los medicamentos más usados para tratar tumores, disponían de reservas. Su sorpresa fue mayúscula cuando les informaron de que no tenían problemas para atender cualquier petición de compra por parte del Estado.
El corte del suministro por vía legal de medicamentos extranjeros que hasta ahora funcionaba perfectamente obligará a los dueños de mascotas a adquirirlos en otros países, sobre todo Andorra, o a solicitarlos por Internet, con el riesgo que ello conlleva.
Cristina Carrera deja claro que siempre tienen que prevalecer las necesidades humanas, pero explica que «deben de ver a nuestros pacientes animales únicamente como pacientes, sabiendo que el avance en medicina veterinaria implica un gran avance en la medicina humana, ya que simplemente hablamos de especies diferentes, pero con necesidades parecidas, cuya experiencia pueden resultar extremadamente útil para la especie humana».