La técnica experimental, surgida en Galicia, se ha incluido en un proyecto europeo
08 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El problema afecta fundamentalmente a las cepas viejas, aunque también ataca a algunas jóvenes. Impide la circulación de la savia y la planta acaba muriéndose progresivamente. Es el efecto de un complejo grupo de hongos conocido genéricamente como las enfermedades de la madera, la principal preocupación de los viticultores europeos, junto a la flavescencia dorada, que aún no ha llegado a Galicia. Una vez se introducen en la vid, el daño es irreversible. No existe tratamiento. Pero sí se puede intentar prevenir su aparición en una lucha en la que no solo intervienen los científicos, sino también los propios viticultores a través de técnicas basadas en su experiencia.
Y todo este conocimiento, tanto el de los investigadores como el de los propios profesionales del sector, se ha reunido ahora en una plataforma en Internet (www.winetwork-data.eu) auspiciada por el proyecto europeo Winetwork, financiado con casi dos millones de euros por la UE y liderado en Galicia por la Fundación Empresa Universidade Galega (Feuga) y por el Instituto Galego de Calidade Alimentaria (Ingacal). De lo que se trata es, por ejemplo, que un viticultor de Alsacia (Francia o del Piamonte y Veneto-Frili, puedan beneficiarse de las prácticas aplicadas con éxito para el tratamiento de las enfermedades de la madera en Galicia, La Rioja, Croacia o Hungría. Y viceversa. El programa, de hecho, incluye a socios de diez regiones vitivinícolas europeas y, de lo que se trata, es de intercambiar experiencias.
Dos de las técnicas experimentales a tener en cuenta en Europa, que pasarán a ser recomendadas en cuanto se acumulen las suficientes pruebas con el paso del tiempo, se están desarrollando en Galicia. Una de ellas se está aplicando en una finca de Bodegas Godeval, en Valdeorras. Se trata de introducir pequeños tacos de madera inoculados con el hongo Trichoderma, un antagonista de los organismos que atacan la vid, entre ellos la Yesca, bien conocida en Galicia. El procedimiento se empezó a utilizar casi por casualidad en el 2009 y, vistos sus resultados inesperados, se está probando desde el 2013 de una forma más reglada en tres bloques de 600 cepas cada uno.
«Lo novedoso es ponerlo en forma de tacos. En otros sitios se pulverizan las plantas con el hongo, pero así no permanece durante tanto tiempo en contacto con la cepa», explica José Luis Bartolomé, miembro del grupo técnico de Winetwork, asesor de Godeval y técnico de la oficina agraria comarcal de Valdeorras. «Los tacos -precisa- tienen que ser de madera virgen, sin ningún tipo de tratamiento». Esta metodología será objeto de un proyecto mayor que se desarrollará en colaboración con el Feuga, la Universidade de Santiago, Evega, Ingacal y Godeval.
Nanopartículas de cobre
Otra de las iniciativas innovadoras que se están implantando en Galicia y que pueden servir de modelo para otros viticultores europeos es la aplicación de nanopartículas de cobre y plata en el interior de la madera, adonde no llega el sulfato tradicional. La iniciativa es impulsada por Bodegas La Val y ha recibido la financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Tanto las experiencias gallegas como las europeass para la prevención de la flavescencia dorada y las enfermedades de la madera se están dando a conocer estos días en varios talleres que se celebran en Leiro (Ourense) y Ribadumia (Pontevedra), actividades que se completarán con la celebración de una conferencia internacional el 13 de julio en el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Sergude.