La presión del covid obliga a reprogramar cirugías en A Coruña y Vigo y hay 1.400 positivos entre el personal del Sergas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

En algún centro de salud el 70 % de la actividad diaria consistió en comunicar casos de coronavirus

22 ene 2022 . Actualizado a las 08:14 h.

Con menos de 600 pacientes ingresados por covid -hace un año llegó a haber casi 1.500- los hospitales mantienen a raya el coronavirus que, eso sí, castiga a la atención primaria. En pleno pico de la sexta ola el número de unidades o plantas destinadas a pacientes con infección por SARS-CoV-2 es muy inferior al de los momentos de mayor presión, y solo dos áreas sanitarias han tenido que reprogramar cirugías, A Coruña y Vigo. Sin embargo, las plantillas sufren el covid como el resto de colectivos profesionales, y hace dos días se registraban 1.400 positivos entre el personal del Sergas.

Por áreas, la situación es muy diferente. En A Coruña y Cee hay cinco unidades dedicadas a pacientes covid y ya se han tomado medidas para reprogramar operaciones. Se prioriza la cirugía oncológica, la que no consume unidades de cuidados intensivos, la de los pacientes ingresados y la ambulatoria. Además, para dejar espacio en el hospital universitario, se ingresan pacientes de trauma en el Materno. No se reduce actividad pero se realiza la más compatible con la alta ocupación de pacientes covid. En esta área sanitaria una de cada cinco bajas de trabajadores es por covid y la carga que este virus genera en primaria es evidente: el pasado sábado el ambulatorio de la Casa del Mar, con siete facultativos, dedicó el 70 % de su actividad a comunicar positivos.

En Vigo también se reorganizó la actividad quirúrgica, anulando la cirugía extraordinaria de tarde. Se mantiene la oncológica, las urgencias y la ambulatoria en el Meixoeiro. Hay dos unidades dedicadas a covid (80 camas), el 6,3 % del total, cuando en el peor momento de la pandemia se llegaron a habilitar más del doble, cinco. Tampoco las ucis registran un porcentaje de ocupación alto y la tasa de bajas por covid alcanza al 1,6 % de los profesionales.

La incidencia del virus entre el personal del Sergas es muy variable y en el área de Pontevedra y O Salnés, por ejemplo, llega al 4 %. La ocupación en hospitalización convencional es del 8 %, y en la uci hay ocho pacientes y diez camas específicas para covid. En Lugo, que en anteriores olas se mantuvo con cifras moderadas, se han destinado dos unidades de hospitalización a enfermos covid, frente a las tres que llegaron a habilitarse en el peor momento. El HULA no ha reprogramado ninguna cirugía y mantiene los quirófanos por la tarde. Más del 2 % de los profesionales de la provincia están de baja por coronavirus.

La mitad de presión en el CHUS

En el área sanitaria de Santiago y Barbanza se han habilitado dos controles y medio para covid, justo la mitad que en la peor época de hospitalización por coronavirus, enero y febrero de hace un año. De momento tampoco se reajustó la programación quirúrgica y casi el 3 % del personal está de baja por el virus.

Ferrol tampoco soporta una presión importante en sus hospitales. Las camas ocupadas con pacientes con coronavirus suponen el 8 % del total y solo hay una unidad dedicada a estos enfermos frente a las cuatro del momento de mayor ocupación. Hay más de un 3,5 % de personal de baja. Finalmente, el CHUO dedica más de ochenta camas a pacientes covid, y hay casi 70 ocupadas. Tanto en O Barco como en Verín la ocupación cae por debajo del diez por ciento.

A la cola en ocupación

Según los datos del Ministerio de Sanidad, Galicia está a la cola de ocupación en camas covid tanto en planta como en uci. Según el último informe está en un 6,36 % en camas convencionales y en un 5,87 % en uci. La media española es del 15,2 y el 23,3 % respectivamente, y en Cataluña se supera el 40 % en ocupación de camas en unidades de cuidados intensivos. Las cifras que maneja el Ministerio y que actualiza todos los días incluyen todos los recursos incluidos en el plan de contingencia que el Gobierno obligó a hacer a cada una de las comunidades cuando empezó la pandemia, pensando en momentos de elevada presión, pero no todos estos recursos están operativos actualmente.