Lluís Mengual, ganador de «Maestros de la costura»: «No voy a cenas y con ese dinero compro tejidos»

J. Moreno MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El vencedor del concurso de diseño y confección de TVE asegura: «En la vida o tienes padrinos o tienes que luchar mucho y a mí me ha tocado lo segundo»

29 abr 2022 . Actualizado a las 15:19 h.

A la segunda va la vencida. Lluís Mengual (Vilassar de Mar, Barcelona, 27 años) vivió una nueva oportunidad en el taller de Maestros de la costura y ganó en la final del pasado martes tras quedarse a las puertas de la victoria en la anterior edición. El catalán apostó en la final del talent por un vestido de crepe de lana negro, que adornó con 80 metros de plumas de avestruz en el escote, la abertura delantera y el bajo. En esta ocasión, quería que su trabajo tuviera una historia y aprovechó para contar al jurado un cuento sobre un cisne negro. La final fue seguida en La 1 de TVE por más de 1,2 millones de espectadores y un 10,9 % de cuota de pantalla. Además del maletín con los 50.000 euros y el maniquí de oro, Lluís Mengual completará su formación con un curso especializado en diseño de moda en el Centro Superior de Diseño de Moda de la Universidad Politécnica de Madrid. Su anterior paso por Maestros de la costura le ayudó a consolidar su carrera profesional en el mundo de la moda y a crear una web donde vender sus colecciones. Hoy cuenta con su propia marca, desde la que apuesta por «la exclusividad y la calidad».

-¿Cómo vivió la final?

-La verdad es que no he descansado nada. Tenía muchos nervios. Lo volví a vivir cuando se emitió en televisión y me pareció un programa muy bonito. Lo tuve que ver solo en Madrid porque mi familia estaba en Barcelona y no estaba acompañado. Fue una pena, pero volver a ver a mi familia en el concurso me encantó. Cuando acabó, me puse a llamar a mi madre y a mi abuela, y estuve al teléfono hasta las tres de la mañana.

-¿Fue difícil guardar el secreto?

-Un poco, porque algo tan bonito te gustaría contarlo, pero no se podía. También te digo que cuando yo doy mi palabra, la cumplo. Dije que no iba a decir nada y así fue.

-En su caso, segundas partes sí fueron buenas.

-Me siento muy contento y realizado. Me parece maravilloso y precioso. Fue algo mágico que no sé cómo definir. Ha sido un golpe de suerte en la vida. Han sido cosas muy buenas y bonitas.

-¿Se veía ahora con más cualidades para ganar la final tras quedar subcampeón en la anterior edición?

-A veces creo que estas cosas son estar en el momento, en el lugar, tener calma y la fuerza. Nunca te queda ninguna tortilla igual. Esta vez sí que se me alinearon los astros para ganar (risas).

-¿Y tenía clara cuál iba a ser su propuesta si llegaba a la final o dudó con otras ideas?

-Tuve muchísimas ideas. Cada noche, cuando me acostaba, pensaba en algo nuevo. Al final decidí crear una historia. Y menudo piropo me echó Eugenia Silva en la final diciendo que lo luciría en Nueva York. Espero que sea de verdad y si no va a esa ciudad, también se lo dejo por España. Estoy encantado de que se lo ponga.

-¿Con qué miembro del jurado ha entablado más relación?

-He hablado con los tres miembros del jurado y la verdad es que siempre ha sido genial. Me han ayudado muchísimo y son personas maravillosas. Quizás a quien más he visto fuera de cámaras ha sido a Lorenzo Caprile. Fui a verle incluso de sorpresa a donde trabaja y me ha tratado como si fuera un familiar.

-¿A qué va a dedicar el dinero que ha ganado con «Maestros de la costura»?

-De momento, estoy en el negocio. Estoy centrado en eso, para mí es lo importante. Lo he conseguido trabajando y creo que es justo que el dinero que gané lo invierta en el negocio.

-¿Es la moda un sector difícil para triunfar?

-Me ha costado muchísimo y todavía me falta mucho por conseguir. Me monté una minicolección en un sitio donde hacían cosas de estética. Luego hacía encargos y tarjetas que repartía por Barcelona y Girona, para que me tuvieran en cuenta. Decidí que quería crecer más, pero como no me conocía nadie, me costaba mucho facturar y poder subsistir. Me puse a coser en dos fábricas por las noches y estuve trabajando y, cuando terminaba, me ponía a coser en mi taller, en casa, para poder sacarlo adelante. Todo el dinero que gané trabajando lo invertí en cambiar maquinaria, en tener tejidos y vestidos. Siempre he luchado por esto. Mi oficio es mi sueño. Ahora que me he dado a conocer no voy a parar.

Los sacrificios

-¿Qué consejo le daría a ese joven que está iniciando su camino en el mundo de la moda?

-Que persiga su sueño. Por algo tienes que luchar. He sacrificado muchísimo y lo sigo haciendo. Cosas que, a veces, muchos no comprenden. No voy a cenas porque con ese dinero compro metros de tejido para hacer vestidos o para tener una colección que pueda mostrar en una sesión fotográfica. La gente no entiende, cuando tiene su dinero fijo a final de mes y solo tiene que echar ocho horas en el trabajo, lo que es estar todo el día con la máquina y dormir cuatro o cinco horas y dedicar el dinero a mejorar comprando prendas y tejidos. Como no insista en lo mío, las cosas se duermen. En la vida o tienes padrinos, o tienes que luchar mucho, y a mí me ha tocado lo segundo.

-¿A quién le gustaría vestir en su taller y para qué ocasión?

-A celebridades, sobre todo, para las alfombras rojas donde se da a conocer el diseñador. También en fiestas, premios y eventos. Me encantaría vestir a Eugenia Silva, a Raquel Sánchez Silva, a Bibiana Fernández, a Carmen Lomana o Ana Obregón. Son gente muy elegante, que tiene mucha clase y sabe lucir la ropa.