El criminólogo del caso Mario Biondo dice que había dos personas con él la noche que murió

La Voz AGENCIAS / COLPISA

SOCIEDAD

CLAUDIO ONORATI | efe

Asegura que «ya se les ha puesto nombre y apellidos»

26 ago 2022 . Actualizado a las 14:11 h.

La justicia española determinó que la muerte de Mario Biondo, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, se debió a un suicidio, pero su familia nunca aceptó esta versión. Sus padres removieron cielo y tierra para demostrar que no había acabado con su propia vida y, nueve años después, los jueces italianos les han dado la razón con una sentencia que archiva el caso porque han pasado demasiado años para «practicar diligencias», pero descarta por completo el suicidio y apunta a un homicidio con autores desconocidos.

La sentencia señala «las contradicciones contenidas en las declaraciones de la viuda de Biondo» —a la que la familia acusa de no ayudar a la búsqueda de la «verdad»— y sugiere que los investigadores deberían haber realizado «escuchas telefónicas para determinar la verdad de los hechos». Abogados y criminólogos trabajaron a lado de la familia Biondo durante casi una década para averiguar qué pasó la noche en la que Biondo acabó semiahorcado en su vivienda conyugal y con signos de violencia en su cuerpo. Óscar Tarruella fue uno de los profesionales que participó en la investigación paralela.

«No tengo dudas de que la muerte de Mario fue un homicidio doloso o un asesinato con premeditación. Desde el primer día, yo tuve claro que no se trataba de un suicidio», revela en una entrevista concedida a la revista Pronto en la que denuncia, además, haber «recibido amenazas de muerte por investigar este caso».

Existe, en su opinión «una corriente» que ha tratado de frenar el esclarecimiento del caso. Él defiende, aludiendo a las investigaciones de la empresa americana Emme Team, que la noche en el que falleció el cámara, este estuvo acompañado «antes, durante y después» del óbito por dos personas, a las que «ya se ha puesto nombre y apellidos». «Si bien esto no incrimina directamente a nadie, lo que hace es sembrar la duda de una serie de personas que deberían haber sido investigadas», comenta. Podría haber novedades en otoño, cuando la justicia española hará imputaciones o archivará el caso.

De optar por esta segunda vía, la familia de Biondo podría publicar todo lo descubierto hasta ahora y limpiar la imagen de su hijo, devolviendo «la dignidad a una persona que tacharon de drogadicto, de depresivo y de prácticas sexuales desviadas».