Dobladores ante la inteligencia artificial: «No es admisible que me muera y hagan con mi voz lo que quieran»

Sara Piñeiro / M.P. LA VOZ

SOCIEDAD

Babalú Studios

La capacidad de la IA para replicar voces humanas está generando una amenaza inminente para el sector del doblaje

17 oct 2023 . Actualizado a las 08:25 h.

En los últimos meses, las redes sociales se han visto inundadas por una tendencia creciente: vídeos virales en los que diversas personalidades aparentan hablar en diferentes idiomas. Este fenómeno está directamente vinculado al avance de la inteligencia artificial (IA), que está transformando la edición de vídeos de una manera que desafía las fronteras entre lo real y lo ficticio. A medida que esta tecnología continúa ganando impulso, plantea una amenaza inminente para la industria del doblaje.

Según Cinema Ibelorusa, esta tecnología es capaz de «recrear idiomas completos, expresar emociones, ajustar actuaciones en escenas y hacer que los labios de un actor se muevan como si hablara en otro idioma».

Las voces generadas por máquinas pueden ser casi indistinguibles de las humanas, lo que plantea el riesgo de una disminución significativa de los trabajos de actores de doblaje. «Hay cierta preocupación por nuestra parte, sobre todo porque ahora las cosas llegan mucho más rápido», afirma Julio, actor de doblaje de Penteo Films.

Grandes plataformas y empresas han sido las primeras en introducir esta tecnología. Julio afirma que «compañías como Microsoft o Netflix están ensayando y entrenando a las máquinas para introducir este modelo sin previo aviso y así poder ver cómo reacciona el público». Juan Ignacio, empresario de Babalú Studios, indica que «el peligro está en las grandes productoras a nivel internacional que conciben este modelo como una herramienta para llegar a audiencias de todo el mundo y solucionar el desafío de los costosos procesos de doblaje sin importar las consecuencias».

Desafíos legales y derechos

La viralización de vídeos modificados por IA ha llevado a un aumento en la discusión sobre la regulación de este tipo de contenido. Una de las principales áreas de preocupación es el ámbito de los derechos de autor. «No es admisible que yo mañana me muera y puedan hacer con mi voz lo que quieran, tiene que haber una cesión de derechos», afirma Juan Ignacio. Asimismo, Julio indica que todo «es tan nuevo y ha venido tan rápido que es normal que todavía no haya jurisprudencia sobre eso, aunque es necesario que se busque una forma de regularlo».

El futuro de la industria del doblaje se encuentra en un punto de inflexión. «Si no somos capaces de frenar el impacto que tiene directamente en el respeto hacia nuestro trabajo y a la creatividad humana, el futuro es muy negro para lo que es el sector», afirma Juan Ignacio. Además, indica que esto también dependerá de que las personas sean capaces de «defender su posición para que no las sustituyan las máquinas».

El impacto de la inteligencia artificial abarca a toda la cadena de producción, afectando a estudios, productores, traductores y otros profesionales involucrados en la creación de contenidos doblados. «Ya se está trabajando desde las asociaciones de empresas en Galicia con una mesa de convenio abierta para hablar sobre la IA en nuestro sector y así dejar claro que no entre esta tecnología y acabe destruyendo empleos», explica Juan Ignacio.

No se limita solo al sector del doblaje, según Studio XXI, «no solo este sector debe preocuparse por esta situación, pues va a tener un impacto en toda la sociedad».

Aunque hasta ahora la demanda de estos estudios no se ha visto perjudicada , todos coinciden en que el sector está empezando a ser afectado por el miedo ante lo que puede suponer la aplicación de soluciones de inteligencia artificial en el propio trabajo. «Buscan prescindir de nosotros y sustituir al humano, por lo que la única salida que nos va a quedar, cuando esta tecnología se acabe instalando del todo, es buscar por otra parte para no quedarse en casa», afirma Julio.

«Están entrenando a las máquinas para que nos sustituyan»

Una de las amenazas más inmediatas es la transformación de los audiolibros donde las voces sintéticas podrían reemplazar a narradores humanos. «El primer sector en el que va a entrar esta IA será el de los audiolibros», afirma Cinema Iberolusa.

Grandes plataformas y empresas ya han comenzado a experimentar con esta tecnología, lo que agudiza la preocupación en el sector. «Se están haciendo audiolibros, sobre todo fuera de España, a través de una máquina donde casi no notas la diferencia con el narrador humano», afirma Julio, actor de doblaje de Penteo Films.

La inteligencia artificial ha avanzado significativamente en este campo, permitiendo que los audiolibros sean generados con una voz sintética en cuestión de segundos. Esto plantea la posibilidad de que una máquina, con solo un clic de un botón, pueda transformar un extenso libro de 500 páginas en un audiolibro completo con la voz que el usuario prefiera, ya sea masculina, femenina, joven o adulta.

Grandes compañías utilizan esta tecnología con motivo de ahorrar tiempo y recursos que normalmente se dedicarían a la grabación de audiolibros por narradores humanos. Julio explica que «están entrenando a las maquinas para que nos sustituyan y puedan introducirlas como herramientas que consigan reproducir el mismo tono de voz, y así no tener que contar con personas que se ponen enfermas, que protestan o que no están disponibles todo el tiempo».

Con máquinas capaces de generar audiolibros a la carta, las editoriales buscan aumentar su producción y ofrecer una amplia gama de opciones de voz para sus oyentes. «Tú así tendrías el catálogo disponible las 24 horas del día, a cualquier hora. Podrías darle a una máquina y hará una programación para que te reproduzca diez libros en un día», indica Julio.

Los audiolibros narrados por seres humanos a menudo ofrecen una interpretación única y emotiva del texto, capturando matices, inflexiones y emociones que una voz sintética no puede igualar. «Las voces humanas aportan una dimensión única a sus interpretaciones, capturando matices emocionales y contextuales que las máquinas aún no pueden igualar». Además, pueden adaptarse al contexto y aportar una experiencia más auténtica y envolvente para los oyentes. Sin embargo, la narración automatizada puede carecer de la comprensión profunda del material y de la capacidad de ajustar la entonación y el ritmo con la narrativa.