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La UE anima a entidades rurales a usar sus recursos de la New Bauhaus para mejorar el bienestar de sus ciudadanos

M. Cedrón BRUSELAS

SOMOS AGRO

ALBERTO LÓPEZ

Este movimiento enlazado con el New Green Deal abre vías para que sean «sostenibles, bellos e inclusivos»

16 abr 2024 . Actualizado a las 19:10 h.

El movimiento de la Nueva Bauhaus Europea (NEB), impulsado por la Comisión Europea para enriquecer la vida de las comunidades y ciudadanos de toda Europa con proyectos «sostenibles, bellos e inclusivos» de acuerdo a los principios del Pacto Verde Europeo, «está maduro». Lo dijo esta semana en Bruselas la presidenta de la institución europea Úrsula Von der Leyen, que además enfatizó que es el momento de «garantizar una financiación estable, diversificar sectores y promover la competitividad». Para ello, anunció el establecimiento de un nuevo marco de financiación específico en el marco del programa Horizonte Europa: el Nuevo Fondo Bauhaus Europeo. «A partir del próximo año —dijo— el fondo aportará unos 120 millones de euros al año para proyectos de innovación e investigaión hasta el 2027 y nuestro objetivo es contribuir en un nivel similar desde otros programas de la UE».

Aunque a priori pueda parecer lo contrario, esta nueva vía de financiación dirigida a centros de investigación o universidades puede suponer una oportunidad indirecta para los concellos gallegos, asociaciones de vecinos, colectivos sociales, parroquias,cooperativas, empresas... porque permite a esas instituciones académicas desarrollar proyectos que se pueden aplicar en los concellos para mejorar la vida en el territorio aplicando, como explica el eurodiputado socialista, arquitecto y ponente del informe sobre la NEB en el Parlamento Europeo, Marcos Ros, «los tres principios fundamentales que han de acompañar a todas las propuestas relacionadas con esta nueva Bauhaus: sostenibilidad, belleza e inclusión».

Precisamente Ros fue quien presentó en la Cámara europea la propuesta, incluída en los presupuestos para este año, de proyecto piloto que combina un centro de asesoramiento sobre financiación de este movimiento, dirigido a poner en contacto a promotores con proyectos locales en busca de fondos, con un programa de vales de entre 30.000 y 50.000 euros para elaborar iniciativas a pequeña escala propuestas por entidades locales y regionales.

Pero hay más líneas de ayuda donde se priman los criterios ajustados a la filosofía de esta nueva bauhaus. Como ejemplo, el año pasado, según explican fuentes de la Comisión, dentro de los fondos de cohesión se lanzó la línea de Apoyo a las nuevas iniciativas locales de la Bauhaus Europea, de la que se beneficiaron una veintena de proyectos desarrollados en poblaciones pequeñas y medianas de Bulgaria, Dinamarca, Croacia, Chipre, Grecia, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, España y Suecia.

Porque como explicaron fuentes de la propia Comisión Europea «este movimiento es para todos, Y trabajar con regiones rurales o ciudades pequeñas es una parte muy activa del movimiento». De ahí que recomiendan «encarecidamente a los lugares más pequeños que soliciten los Premios de la Nueva Bauhaus Europea», donde se reconocen iniciativas que avancen en el camino de la sostenibilidad, la belleza y la inclusión en esos territorios.

Frente a esto, los pequeños ayuntamientos gallegos parecen no verlo tan claro. El problema que atisban es la escasez de recursos para poder diseñar a nivel individual los proyectos y presentarse a ellos. De ahí que la fórmula suele ser, como explican fuentes consultadas, presentarse a través de grupos de desarrollo rural (GDR) o de la mano de otras entidades con más recursos. Después está el tema de la financiación para poder dar continuidad y hace realidad los proyectos. Aunque esa es otra historia. Pero más allá de esos obstáculos, el viernes se hizo entrega de los galardones New Bauhaus a los ganadores de esta edición. Algunos de ellos pueden ser una inspiración para Galicia. Estos son tres casos: 

Bersenbrück (Alemania)

Restaurar el entorno en un monocultivo de maíz

El proyecto Cultivating Companionship, premiado el viernes en la categoría de Reconexión con la naturaleza en el apartado de estrellas emergentes de los premios New Bauhaus, es una residencia de investigación en un campo de maíz ubicado en Bersenbrück, donde domina el monocultivo desde hace décadas. La idea es combinar ese cultivo con leguminosas y cobertura del suelo para promover la biodiversidad, la salud del suelo y la conservación del agua. También se han creado estructuras en adera y reciclables como el Árbol de Compost, donde hay abono y un área para que vivan los pájaros que ayudan al compostaje. Pero al ser una iniciativa participada por agricultores, biólogos, artistas, arquitectos, también investigan nuevos materiales reutilizando elementos agrícolas sobrantes y utilizando ingredientes naturales cultivados en el campo.

sarajevo (bosnia-Herzegovina)

Una cartografía digital de fuentes con historia

El público optó por Map4Water: La ciudad de las mil fuentes en la categoría de ideas consolidadas. Lo que se hizo aquí fue cartografiar y mejorar las fuentes que formaban parte de la red pública de Sarajevo, una infraestructura que data de la fundación de la ciudad en el XV y que estaba compuesta por más de 110 fuentes de agua públicas, 5 baños públicos (hamams) y 670 baños privados. En dicha labor colaboraron tanto los vecinos como las autoridades locales o los propios turistas. A partir de ahí elaboraron un mapa interactivo que muestra ubicaciones y estructuras de agua potable disponibles actualmente. La plataforma digital resulta una herramienta importante a la hora de realizar el mantenimiento, restauración y gestión integrada de toda esa infraestructura pública que, además, resulta otra fórmula de atractivo turístico.

Cluj (RUMANÍA)

Un parque forestal para todos los ciudadanos

Ganador en la categoría de Reconexión con la naturaleza para proyectos consolidados, el Parque Forestal de Fàget, el pulmón verde Cluj, es una prueba de cómo las actividaes recreativas asequibles y la conservación de la naturaleza pueden ir de la mano en un gran parque forestal. Aunque forma parte de una iniciativa más ambiciosa enmarcada dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Integrado 2021-2027, la idea surgió en el 2019 de un ciudadano que presentó una propuesta para transformar Fáget en un parque forestal multifuncional. Para llevarla a cabo participaron especialistas de diversos sectores, todo hecho en comunidad, y pensando en desafíos como el cambio climático porque el parque forestal de Fàget desempeña un papel central en detener la erosión de la tierra y en la regulación del clima.