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El mercado de cítricos desafía a Von der Leyen: «De la noche a la mañana, el precio de las naranjas ha caído un 30%. No cubre costes»

M. Cedrón REDACCIÓN

AGRICULTURA

Agricultores dedicados a la producción de cítricos como Bernardo Ferrer no se explican el cambio repentino de tendencia un año en el que la cosecha es un 30% menor que la del año pasado. Desde organizaciones como Ava-Asaja urgen que se realicen inspecciones de oficio en la distribución

27 mar 2024 . Actualizado a las 13:43 h.

Hace unos días la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, se dio cuenta de algo que los ganaderos y agricultores de toda la UE llevan repitiendo años: es que muchas veces han de elegir entre dejar que sus productos se echen a perder en el campo o comercializarlos por debajo de sus costes de producción. Incluso normas como la Ley de la Cadena, aprobada en España, después de las protestas agrícolas previas a la llegada de la pandemia, no han podido cambiar esa tendencia. Es más, justo unos días después de que la responsable de la UE calificara «de inaceptables» esas prácticas, agricultores como Bernardo Ferrer Ferrer, dedicado a la producción de naranjas y mandarinas en Alzira (Valencia), han dado la voz de alarma sobre una repentina bajada de precios en el campo que no llegan a explicar: «De la noche a la mañana, los precios han caido una media de un 30% y no cubre costes de producción», explica.

Él vive de los cítricos: «Es mi única actividad», recalca. Hasta el pasado mes de diciembre, la escasa cosecha de esta temporada —entre un 25 y un 30% menos que la del año anterior— se vio compensada con unos precios al alza en el campo. Pero de repente, todo comenzó a cambiar a partir de enero, cuando las cotizaciones en mercados como la Lonja de Cítricos de Valencia comenzaron a caer en picado: «Unas naranjas premium costaban en el campo entre 70 y 75 céntimos el kilo; ahora las están abonando a la mitad. Y las mandarinas que me estaban pagando a 40 céntinos, ahora están en 15. Lo curioso es que en el supermercado, esa misma variedad, la tango gold, está sobre 2,19 euros el kilo. No hay una explicación», cuenta.

Al igual que Ava-Asaja, este agricultor quiere saber qué está pasando. A veces, reconoce, somos los propios agricultores lo que nos vemos obligados «a regalar» la fruta: «Los frutales han florecido antes de tiempo este año. Hay árboles que tienen la fruta de la temporada pasada y ya están al mismo tiempo echando flor. Eso supone una sobrecarga para el árbol. La fruta que no se recogió antes porque no la quería nadie, ahora la quieren porque la estás dando a un precio mucho más bajo».

Es por todo esto por lo que pide, al igual que Ava-Asaja, que la AICA comience a realizar inspecciones de oficio en las principales cadenas de distribución y compañías de comercialización para comprobar que realmente cumplen con la ley de no pagar menos de lo que le cuesta producir al agricultor.

Aunque algunos culpan de las bajadas de precios a la competencia de terceros países, los datos muestran como el volumen de importaciones de cítricos de países como Egipto o Sudáfrica ha bajado esta campaña con respecto a la del año anterior. Desde Ava-Asaja echan mano de los datos que manejan desde la Comisión Europea: «La importación de naranjas a la UE procedentes de países terceros desde octubre hasta febrero fueron 263.437 toneladas, un 5% menos que en el mismo periodo del año anterior. En cambio, las exportaciones de naranjas de España a la UE ascendieron a 580.337 toneladas, lo que mantiene la cuota de mercado en torno al 70% en una campaña con merma de cosecha debido al clima».

Pese a ello, Ava-Asaja reitera su «indignación ante la estrategia comercial de la UE que fomenta la competencia desleal de países terceros, a costa de sacrificar a sus productores, y destaca el enorme potencial de crecimiento de Egipto», el cual ha superado por primera vez a Sudáfrica en envíos de naranjas durante este tramo de la temporada con 115.022 toneladas, lo que supone un incremento del 56% respecto al ejercicio precedente. Por ello, la organización agraria reclama a Bruselas que revise el acuerdo comercial que la UE tiene suscrito con Egipto, así como con otros países como Sudáfrica, Turquía y Marruecos, con el objeto de «evaluar el impacto presente y futuro sobre el sector citrícola europeo, teniendo en cuenta el incremento de superficie que han plantado en los últimos años, y evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades a Europa».