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Úrsula Von der Leyen impulsa la Academia de la New Bauhaus Europea para construir «espacios hermosos»

M. Cedrón BRUSELAS

SOSTENIBILIDAD

OLIVIER MATTHYS | EFE

La responsable de la Comisión Europea destacó durante la inauguración del festival dedicado a este movimiento ideas que se han ido materializando como la recuperación del área portuguesa de Barroso gracias a la lana o la autopista de polinizadores creada en Tallin

10 abr 2024 . Actualizado a las 10:53 h.

En el Museo de Arte e Historia de Bruselas, un edificio magnífico que corona el parque del Cincuentenario, está el Pabellón de las Pasiones. Ayer estaba cerrado. No abrirá hasta después del día 13, cuando termine el Festival de la New Bauhaus Europea, inaugurado ayer por la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, y por el primer ministro belga, Alexander de Croo. «No se me ocurre un escenario más apropiado para este festival internacional que el Cincuentenario. Un oasis verde en una de las ciudades con mayor diversidad cultural del mundo donde familias y amigos de todos los ámbitos de la vida vienen a hacer un pícnic, jugar un frisbie o simplemente relajarse, donde la cultura se encuentra con la naturaleza. Aquí, en Cincuentenario, los tres principios de la Nueva Bauhaus europea cobran vida: belleza, sostenibilidad e inclusión», dijo Von der Leyen.

Pero la mejor forma de explicar qué son o que implican esos conceptos abstractos que desarrolla un movimiento que quiere ir un paso más allá de lo logrado por Walter Gropius hace cien años, es repasar los proyectos que se han ido materializando a lo largo de la UE después de ese torrente de ideas que florece a nivel local con el impulso de Europa. La responsable de la Comisión lo hizo ayer en un sala que, al igual que los jardines o el atrio del museo, destilaba pasión por convertir la UE en «líder mundial en la transición hacia una economía más limpia» en línea con los principios del Green Deal europeo.

Ante un centenar de personas, Úrsula Von der Leyen habló con aplomo y convicción sobre los objetivos de la New Bauhaus Europea que, como dijo «nació hace unos tres años de una semilla y que ahora se ha convertido en un bosque, dando ideas convertidas en realidad sobre el terreno, donde importa». Desgranó varios ejemplos: «En España han encontrado una manera de utilizar la última tecnología de impresión 3D para "imprimir" edificios sostenibles hechos de tierra. En Estonia han creado una autopista polinizadora de 13 kilómetros de largo que ha atraído a 22 especies de abejorros, pero también sirve como espacio verde para los ciudadanos de Tallin. Y también en Ucrania. La 'iniciativa Escuela del Futuro de Ucrania' proporciona un diseño arquitectónico adaptable de uso gratuito. Es que se construyan escuelas nuevas, modernas e inclusivas en todo el país». 

El «bosque» del que habló Von der Leyen está compuesto por más de 750 organizaciones sin fines de lucro, una red de más de 200 empresas, administraciones públicas y asesores de tres continentes. Más de 250 millones de financiación han recibido hasta ahora para dar forma a la creatividad que surge del intercambio de ideas. Algo de eso se percibía ya antes de la inauguración del festival en el jardín del Cincuentenario. Allí tres piezas eran la metáfora de esos espacios del futuro donde todo el mundo es bien recibido en un entorno verde donde la belleza permite ser más feliz. La ciudad portátil del estudio madriñeno ENORME, dirigido por Carmelo Rodríguez y Rocío Pina, los mismos que diseñaron La Casa desplegable, donde mostraron como se puede vivir en un piso de 70 metros cuadrados con la sensación de que tiene el doble de su superficie. Y ahí también hay una pequeña pegada gallega al haber empleado revestimientos de Finsa. La oruga, una estructura elaborada principalmente con madera y materiales a base de papel, donde 330 tubos de papel delicadamente entrelazados con arcos de madera laminada permiten imaginar que se pasa por debajo de un oruga que por la noche ilumina el espacio con un gran espectáculo de color. Y como no el Pabellón de Bambú 'The Trilix', un pabellón inspirado en la belleza natural del bambú y la elegancia atemporal de las formas de trébol, que forma un claro ejemplo de la arquitectura ecológica que busca la NuevaBauhaus. 

Fue en ese contexto donde anunció el lanzamiento de la Academia de la New Bauhuas Europea, «que formará a una nueva generación de arquitectos, ingenieros y trabajadores de la construcción. Les brindará el conocimiento y las habilidades que necesitan para convertir materiales sustentables en espacios hermosos». La encargada de esta academia, avanzó, será la comisaria europea de Innovación, Iliana Ivanova, que también intervino en uno de los debates, junto con la comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira; y al secretario de Estado belga para la recuperación económica; Thomas Dermine.  

No hay que olvidar tampoco que los fondos para este tipo de ideas también proceden de los fondos de cohesión. De hecho son cada vez más estados los que dedican parte de ellos a desarrollar proyectos de la New Bauhaus. No escatimó Úrsula Von der Leyen en ejemplos: «En las afueras de Roma, por ejemplo, se revitalizará y transformará un complejo de viviendas públicas abandonado. En su corazón se creará un nuevo parque. Y el proyecto será moldeado por los jóvenes que viven en la zona. En la ciudad belga de Mechelen se creará un espacio verde a lo largo del río, con terrazas y lugares para nadar. En una zona en proceso de gentrificación, este proyecto de estilo Nueva Bauhaus Europea garantizará que todos tengan acceso a la belleza de la naturaleza».

Pero una de las características de la Nueva Bauhaus es que es una idea que lideran las comunidades, de abajo arriba. Ahí Von der Leyen volvió a echar mano de algo que está ocurriendo en Portugal: «Hay una región montañosa en Portugal llamada Barroso. Es conocido por su tremenda belleza y patrimonio cultural. Durante siglos, el ciclo de la lana (desde la oveja hasta la tienda) fue un salvavidas para las comunidades rurales. Pero con el tiempo, el tradicional tejido de lana cayó en desuso. Desapareció una industria basada en la naturaleza. Y con ello, una parte de la patria cultural. Entonces, la comunidad Barroso decidió recuperarlo. A través de un esfuerzo colectivo que incluye a todos, desde pastores hasta abuelas, y desde responsables políticos hasta empresas locales, recrearon el ciclo de la lana, una economía circular sostenible. No sólo recuperaron una tradición eterna. También crearon un nuevo programa turístico en torno al esfuerzo. En el camino, desenterraron historias y restauraron un sentido olvidado de conexión con la tierra. En otras palabras, recuperaron el propósito y la perspectiva para toda la región», dijo.  

Pero para continuar dando forma a todo esto «necesitamos garantizar una financiación estable. Necesitamos diversificar sectores, además de promover la competitividad». En este sentido, Von der Leyen destacó que a partir del próximo año, el Fondo aportará 120 millones de euros al año para proyectos de investigación e innovación hasta el 2027. Al tiempo animó a la diversificación. Además de centrarse en mejorar el entorno construido dijo que hay que ir más allá porque «la sostenibilidad no se trata sólo de dónde vivimos y trabajamos, sino también de cómo vivimos y trabajamos». De ahí que destacara la creación de una alianza europea para un futuro más sostenible en la industria de la moda: «Cada sector económico necesita trazar su propio camino hacia la neutralidad climática. La industria de la moda, altamente ágil e innovadora, está bien posicionada para liderar el camino. Mostremos al mundo que la belleza y la sostenibilidad pueden ir de la mano».