Entrevista | Inma Antonio
28 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Es la primera mujer que gana el Rafael Dieste de la Diputación coruñesa. Lo ha logrado con A ciencia dos anxos . Pero no es el primer premio que cae en manos de esta actriz y dramaturga. Inma Antonio (A Coruña, 1968) se subió al escenario a los 9 años y ya no se ha vuelto a bajar. De hecho, el galardón le llega trabajando, con Librescena. «Lo celebramos con una función», apunta. El Dieste se suma al éxito de otra de sus obras en Montevideo. «Estamos en racha», afirma. -¿Siempre habla en plural o es que no se cree que haya ganado sola? -Es que tengo un ego anémico. Verás, escribir es algo privado y onanista, pero se nutre de lo que me rodea. De ahí lo del plural. -¿Esperaba el premio? -Si compras lotería, esperas que te toque, ¿no? -Pues le ha tocado un galardón con un historial importante: Vidal Bolaño, Lourenzo, Pisón... -Sí, es de los más prestigiosos de teatro en Galicia. Esto ha sido «chegar e encher». -Actriz, escritora, también diseñadora. No es una combinación habitual... -Era más frecuente en gente mayor que yo, en la época del «hágalo todo usted mismo». Yo empecé en esa época. Me encanta tocar disciplinas distintas, si no me aburriría mucho, y cuanto más sé, más me ayuda como actriz y como dramaturga me obsesiona crear personajes atractivos. -¿Qué cuenta «A ciencia dos anxos»? -Es una historia de amor, como casi todas las que se escriben en el mundo, entre dos biólogos moleculares, Luz y Gabriel, pero que habla del mundo científico y la ética, el tema de trabajar por el bien de la humanidad, que todos formamos parte de un todo y que ser buenas personas influye en que los demás lo sean. También hay una trama de misterio. -O sea, que sus protagonistas no clonarían humanos. -No, no creo que apoyasen el mal uso de la clonación. -Firmó como Fulcanelli. ¿No quería dar ni una pista de que la autora era mujer? -Fulcanelli fue el último alquimista, del siglo XX, un hombre sin cara y misterioso. Me pareció adecuado. -Toda la vida en el teatro. Haga un diagnóstico. -Se ha avanzado mucho porque la profesión se ha preocupado de seguir aprendiendo. Lo que no goza de buena salud son las infraestructuras teatrales, lo que depende de las administraciones. Cada vez es más difícil hacer una función, y eso que hay público y espectáculos buenos. -Ha hecho algún papel en televisión. ¿Le gusta? -Fue el dinero más fácil que he ganado en mi vida. La tele es bárbara como medio alimenticio. -Como escritora no se arredra. Ha hecho versiones de textos con mucho peso. -De Shakespeare, sí. De mayor quiero ser como él, pero sin barba. Es fascinante. -Bueno, pues sólo le queda dirigir... -Sí, lo haré, pero aún no estoy preparada. -Por cierto, ¿en qué gastará los 6.000 euros? -En una festa rachada y en mi boda.